La exhumación de Franco la iniciaron los secesionistas y Podemos, a fin de deslegitimar la Constitución. Para los exhumadores la Constitución sería franquista, el llamado "régimen de 1978", una especie de franquismo crepuscular, y los que desde la izquierda habían empujado el cambio y ayudado a hacerlo posible serían, además de colaboracionistas del franquismo, unos traidores a la causa. Así que todas las luchas obreras y ciudadanas, bajo mucha Policía y ningún derecho, plagadas de procesos, cárceles, torturas, palos y no pocos muertos, serían por lo menos sospechosas de haber contribuido a la restauración neofranquista. Es entendible esta monserga en el secesionismo, para hacer saltar el marco legal en el que dicen estar presos, pero oírla en dirigentes de la izquierda hace que uno se pregunte si no se lo creen, y son sólo embusteros, o se lo creen, y son panolis sin más.