"La mentira es éxtasis", afirmaba a principios del siglo XX el vanguardista Tristan Tzara en uno de sus "Siete manifiestos Dadá". Parece que un siglo después, en nuestra ciudad y a nivel político, esto se confirma. Algún gobernante local de Vigo ya no sólo usa la mentira como instrumento para tratar de encubrir la verdad o como medio para ocultar sus errores, para él la mentira existe por sí misma y es más placentera que decir la verdad. ¿Para qué decir la verdad si mintiendo le creen igual y además le da una enorme satisfacción que se crean su mentira?
Piensa ese dirigente local que puede mentir diciendo que otra administración quiere ahora obstruir en Vigo la construcción de la Biblioteca pública del Estado. Después de 12 años sin que el susodicho haya ofrecido terrenos adecuados a tres gobiernos de España que se los reclamaron para poder construirla, ahora, antes de unas elecciones, aparece con la octava o novena ubicación para esa biblioteca. En 2007 afirmaba que la construcción iba a "velocidad de crucero" y doce años después el edificio no existe. La mentirá es éxtasis. Todo este tiempo engañando y disfrutando del enorme placer que esto le produce.
Piensa que puede mentir diciendo que los vigueses no tenemos más barato el transporte público de autobús en Vigo por culpa de la Xunta. La verdad es que 65 ayuntamientos de Galicia lo tienen más barato porque firmaron y cumplieron el convenio del Transporte Metropolitano. El mismo que en Vigo ese dirigente firmó, pero no cumplió y a continuación rescindió. La mentira es éxtasis, pero esta vez su placer nos va al bolsillo. Quizás por ello su éxtasis sea mayor.
De igual modo piensa que puede mentir diciendo que el nuevo hospital público Álvaro Cunqueiro que la Xunta construyó es privado y que en él se cobrará a los pacientes. La mentira es éxtasis, placer de engañar, y algunos le creyeron. Ahora los tribunales condenan su mentira y los usuarios no le creen pero, qué importa. ¿Y el placer que tuvo al mentir durante estos años? Y vuelve a repetir su éxtasis en Bouzas al decir que la Xunta no quiere construir el centro de salud, que tiene presupuesto, tiene proyecto y solicitada licencia.
Piensa este dirigente local que puede mentir diciendo que tiene la mejor política social de España. Lo cierto es que es el ayuntamiento que más tarda en tramitar los expedientes de los que necesitan esta ayuda social y que desde hace años tiene una acampada delante de su despacho protestando precisamente por su inacción en este campo. Pero la mentira es éxtasis, aunque en este caso su placer por las mentiras lo sufran familias en situación de exclusión social.
"La mentira circula saluda al señor oportuno y al señor cómodo: la detengo, se vuelve verdad", decía también Tristan Tzara. Esta mentira vuelta verdad es lo que ha intentado en tantas y tantas ocasiones en nuestra ciudad durante estos doce últimos años el mencionado dirigente local. Pero el tiempo, al final, es su peor enemigo.
*Delegado de la Xunta de Galicia en Vigo
