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la mirada

Depende

"Unas cuentas nefastas que se olvidan de Galicia. Son una bofetada. A Galicia le va mal con el Gobierno central". Estas declaraciones hoy un lector se las atribuiría a cualquier dirigente del PPdeG

| Maldita hemeroteca. "Unas cuentas nefastas que se olvidan de Galicia. Son una bofetada. A Galicia le va mal con el Gobierno central". Estas declaraciones hoy un lector se las atribuiría a cualquier dirigente del PPdeG, que esta semana hubiera tenido a tiro un micrófono, pero son de abril del año pasado y salieron de la boca del secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero. Los presupuestos objeto de crítica eran los del Ejecutivo de Mariano Rajoy para 2018, y en ellos Galicia recibía 937 millones del Estado, un 1,3% más pero lejos del incremento medio del 15%. Era el segundo año consecutivo que caía la inversión.

Este año, el proyecto presupuestario del Gobierno de Pedro Sánchez aplica a Galicia el mayor recorte inversor del Estado, al dejar el cheque a la comunidad en 757 millones, un 19% menos, mientras el alza estatal es de casi el 14%. La razón esgrimida: que las obras del AVE están a punto de finalizar, ¡como si Galicia no tuviera otras infraestructuras pendientes, por ejemplo el AVE Vigo-Cerdedo, la conexión ferroviaria a los puertos, la modernización del tren de mercancías...! ¡Como si Galicia tras esperar 27 años por AVE, que aún no tiene, debiera conformarse con el nuevo tren y no reclamar más! ¡Cómo si las deudas pendientes con Galicia se saldaran con la alta velocidad y los gallegos, satisfechos y agradecidos debiéramos acallar nuestras tentaciones reivindicativas!

A Gonzalo Caballero que tan mal le parecía un recorte del 1,3% ya no se disgusta tanto con un tijeretazo del 19. Todo depende de quien firme la factura. El secretario xeral de los socialistas defiende ahora que las cuentas "son beneficiosas para los gallegos" por sus avances sociales (subida de pensiones...), pero también ve "margen de mejora" vía enmiendas. Ojalá.

La hemeroteca no solo pone en apuros a los socialistas. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, denunció el lunes que con las cuentas que entraron en el Congreso "Galicia pierde 160 millones para que otras comunidades salgan ganando", en alusión a Cataluña. "Es un agravio", remarcó. No decían en el PPdeG lo mismo en mayo de 2017, cuando el Gobierno del PP lograba el apoyo del PNV a los Presupuestos a cambio de un acuerdo que suponía entre otras concesiones una compensación a Euskadi de 1.400 millones de euros por discrepancias en el pago del cupo. "Es un acuerdo que no perjudica a nadie y favorece a todos los españoles y también a los gallegos porque lo importante es que se aprueben los Presupuestos", defendía entonces el secretario xeral de los populares en la comunidad, Miguel Tellado.

Ya ven. Las exigencias de nuestros políticos patrios se intensifican o atenúan en función de si en Madrid gobierna su partido, o no. Lo peor es que ya no nos sorprende, quizás ni nos moleste. ¿Por qué? Porque llevamos años escuchándoles hablar de "ultrajes", "agravios comparativos", "discriminación", "desequilibrio territorial" cuando el partido que está en Moncloa no es el suyo, y pacta, a falta de mayoría absoluta, con los nacionalistas cesiones para sus territorios. Felipe González en 1993, José María Aznar en 1996, ... y así hasta hoy.

| Los 5 diputados de En Marea. Y a río revuelo, ganancia de pescadores, En Marea quiere tener una oportunidad en las urnas y que los votantes se olviden de su eterna crisis interna, convirtiendo a sus cinco diputados en el Congreso en vitales para la aprobación de las Cuentas y erigiéndose en los máximos defensores de los intereses de Galicia. ¡Como los cinco diputados del PNV el año pasado! Advierten de que sin mejoras sustanciales para Galicia, votarán en contra y además negociarán al margen de Podemos. El partido de Pablo Iglesias también rechaza el borrador, si Pedro Sánchez no cumple los compromisos con ellos pactados y ahora en el aire (rebajas en la tarifa de la luz, control de los precios de alquiler...). ¿Qué pasará si Sánchez cede ante Iglesias, y el segundo decide apoyar el proyecto,pero el primero no satisface las exigencias gallegas? En Marea se reafirma en que sin concesiones a Galicia se mantendrá en el no. El órdago es doble. Al PSOE y a Podemos. Lleva implícita una declaración de independencia. Cuando Irene Montero negocie el apoyo de sus diputados con el PSOE, ha de restar los cinco escaños gallegos. Y de entrada le restará fuerza en la negociación. El movimiento es audaz, y si En Marea logra el objetivo final, se apuntará un buen tanto. Y entonces lo pausible sería que en la próxima legislatura los diputados gallegos de En Marea no se integren, aunque vayan en la misma candidatura electoral, en el grupo parlamentario de Unidos Podemos. Como ya hicieron los valencianos de Compromís, que a falta de poder constituir grupo propio, optaron por irse al Mixto y distinguirse de la alianza de Podemos e IU.

El agravio a Galicia que infligen los presupuestos estatales ha unido a los cinco diputados de En Marea, pues es sabido que Alexandra Fernández, sobre todo, y Miguel Anxo Fernández Vello (Anova) operan en solitario, mientras Antón Gómez-Reino y Angela Rodríguez (Podemos) con Yolanda Díaz (EU) hacen piña con Pablo Iglesias y Alberto Garzón. ¿Se mantendrán juntos hasta el final?

El órdago gallego no es ni mucho menos el principal quebradero de cabeza de Iglesias y Montero. Íñigo Errejón, uno de los fundadores del partido morado, presentará su candidatura a la Comunidad de Madrid de la mano de Manuela Carmena y en el marco de la plataforma Más Madrid.

Al desmarcarse del partido morado y apostar por Más Madrid, Menos Podemos, ímplicitamente admite que la marca que cumple cinco años de vida está desgastada. No suma, más bien resta. Lo que sucede en Madrid no es nuevo. Errejón pone distancia con el partido morado para soslayar el intento de la dirección estatal de imponer el resto de la lista. Antes Andalucía, Cataluña y también Galicia exigieron más autonomía, pero Madrid es un bastión especial y se ha desatado la guerra de las guerras, pues habrá candidatura alternativa a la de Errejón desde la formación que ayudó a crear. Podemos se enfrenta a su mayor crisis a cuatro meses de las elecciones de mayo, y la crisis de Madrid puede extenderse a otras comunidades. Una locura suicida que ha de encender todas las alarmas en el PSOE. La debilidad de Podemos aleja a la fuerza rupturista de los centros de poder, pero también a los socialistas, donde no obtengan mayorías absolutas.

En Galicia, a Luís Villares le viene bien la maniobra de Íñigo Errejón. Controlar En Marea le resultará más fácil si Iglesias está debilitado, y centrado en otra batalla. ¡No hay mal que por bien no venga!, dicen nuestros mayores.

| Convención popular. En la convención del rearme ideológico del PP, treinta años después del congreso de la refundación, donde Manuel Fraga cambió las siglas de AP por PP, otro gallego ha tenido un papel protagonista, al margen de Mariano Rajoy, que ya se ha retirado de la escena pública. No podía ser de otra manera. Alberto Núñez Feijóo es casi el único barón autonómico del partido. Puede emerger ahora Juanma Moreno, que ayer juró su cargo como presidente de Andalucía, pero le faltan todavía muchos galones para alcanzar al dirigente gallego, que a sus espaldas lleva tres mayorías absolutas y es el único presidente autonómico en España con mayoría absoluta. El titular de la Xunta abrió el cónclave con un discurso moderado, en el que abogó porque el PP "no se reivente", al contrario debe "reafirmarse, reforzarse y reivindicar su hoja de servicios a España".Optó por un mensaje inclusivo, pues defendió el legado de Manuel Fraga, José María Aznar y también de Mariano Rajoy. La intervención hoy de Pablo Casado rebelará el grado de sintonía entre el nuevo líder y el presidente gallego. Y entonces sabremos si Feijóo es un referente para Génova o un contrapeso, en un momento crucial para el PP, con dos partidos por primera vez en 30 años que le disputan el espacio electoral (Ciudadanos y Vox).

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