Ahora que está tan en la piel lo del embargo del comedor social de Cangas hay que recordar que en la gala convocada por la Asociación de Caridad Santiago Apóstol de Cangas apenas había gente y mucho menos representantes ni del gobierno ni de la oposición, tan solo y miembro de la ejecutiva socialista, que fue quien dio la alarma. No contaba desde hace tiempo con la gracia del poder establecido y tampoco se podía ocultar que en esta pérdida de popularidad tuvo mucho que ver la escaramuza que hubo con otro colectivo con la misma causa que acabó en ese divorcio a la española de aquella época en blanco y negro. Ahora son todo voces de solidaridad, de movimientos a a la desesperada, aunque hay silencios que dicen demasiado.