Dicho con todo respeto, pero también con la máxima claridad posible, quizá no estaría de más solicitar del secretario xeral del PSdeG-PSOE que, demostrando una cercanía con la nueva Moncloa que por ahora solo sugiere, la aprovechase para algo útil a todos/as los/as gallegos/as, sean o no de su cuerda política. Y de ser así no se le pedirían milagros, conste, aunque sí algo que de momento no se nota: que Madrid se interese por este antiguo Reino, no tanto como por Cataluña o el País Vasco, que parece mucho pedir, sino, al menos, tanto como por Valencia, verbigratia.

Es posible que don Gonzalo estime exagerado que desde una mera opinión personal se le reclame alguna acción concreta en vez de la repetición creciente de las consignas de la sede de Ferraz y las proclamas de apoyo a su jefe, el señor Sánchez, pero es que el Noroeste lo necesita. Por ejemplo, en lo de Alcoa y su más que posible cierre, asunto en el que, como en otros, la palabra de alguien supuestamente importante, como la ministra de Industria, apenas tiene el valor del papel mojado. Y ya ni se diga el de quienes ostentan menor jerarquía.

Conste que la reclamación que se formula al dirigente socialista es del todo aplicable a varios líderes políticos gallegos. En lo de Alcoa, como en otros asuntos de valor estratégico para el Reino, más temprano que tarde habrán de especificar qué les importa primero, si el bien general de Galicia -en pro del cual aseguran estar- o el particular de sus partidos. Y es el caso del señor Caballero y la disciplina que le debe a Madrid, el de la ideología, como podría preguntarse a Podemos o a EU, el de la liquidación del sistema que plantea EM o la solidaridad autodeterminista que defiende el BNG.

(No se excluye al PPdeG de la relación pero, a fuerza de ser honesto con la propia opinión, la actitud de la Xunta y su presidente en la defensa de Galicia ante "Madrid" -sea con Zapatero, Rajoy o Sánchez, y antes con Aznar- ha parecido al menos gallarda. Pudo haber sido, y quizá debió reclamarse, más enérgica, pero buena parte del electorado cree que, con todo y dado que las comparaciones son odiosas, mejor ni plantearlas para evitar incurias complementarias. Y quien lo dude solo tiene que repasar la lista de cuestiones y las posturas de todos ante ellas).

Se ha referido, quien esto escribe, no solo al "caso Alcoa", donde el señor Núñez Feijóo ha dicho -y hecho- mucho más y mejor que la ministra y quizá pronto complete más gestiones, pero la lista es extensa. Como la de los silencios de otros ante la decisión gubernamental de dedicar el 18% del Presupuesto para inversiones a las de Cataluña, la enésima generalización de Ábalos sobre el AVE -ahora dice que se rematará este año "si no hay circunstancias" que obliguen a retrasarlas: lo que equivale a la tesis del padre Astete con la fe- o, en fin y sin agotar un mucho menos el catálogo, "lo" de la AP-9 con los dos últimos gobiernos. Por eso procede preguntar a los "muditos" si van a demostrar alguna vez su interés de verdad por Galicia o seguirán con el teatro.

¿Eh...?