Se suele hablar de la cuesta de enero, y normalmente es verdad, pues en las fiestas de Navidad tenemos gastos extraordinarios: las buenas comidas, los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos.

Cuando era niño los únicos regalos que recibíamos eran los de los Reyes Magos.

En España e Italia se celebran los Reyes Magos y en España hace años que se introdujo los regalos de Navidad o de Papá Noel y somos el único país del planeta en el que nuestros niños y mayores reciben dos veces regalos. Con tanto regalo llegamos a después de Reyes con los bolsillos vacíos y tenemos que emprender la cuesta de enero muchas veces con ánimo cansino.

Las previsiones económicas a nivel mundial no son muy buenas, se habla que entramos en una desaceleración de la economía. Yo soy optimista, acabamos de salir de la mayor crisis económica que ha durado diez años. Europa no ha sufrido tan dura crisis, yo creo que a España le toca una época de bonanza. Hay un dicho que es verdad: "Después de la tempestad viene la calma" y la calma que nos corresponde ahora nos hará navegar a un ritmo más sosegado y más tranquilo.

En este momento el gran problema es el político, Cataluña necesita una solución que no debe pasar por una separación de España. Europa no lo va a permitir, y el resto de España como Europa asfixiaría a Cataluña y volveríamos a la normalidad.

Lo que tenemos que hacer es un acto de reflexión profunda de cómo piensan y actúan las generaciones menores de cuarenta años.

El éxito, la felicidad de los seres humanos es posible con el compromiso, el compromiso en el matrimonio, en el trabajo, en tus relaciones con tu familia, con tus amigos, con tus vecinos.

La filosofía de las nuevas generaciones es la falta de compromiso y este compromiso lo extienden a sus relaciones con el cónyuge, en el trabajo y en sus relaciones con su familia y con sus amigos y así le van las cosas; al final estarán más solos que un ocho.

Las plantas hay que regarlas todos los días, si no se mueren.

Este enero es el primer mes de este 2019 y debe uno marcarse objetivos para este año que empezamos: ¡ningún viento es favorable para aquél que no sabe a dónde ir! Tenemos que marcarnos un norte y poner los medios para llegar a él.

Lo primero que tenemos que darnos cuenta y convencernos que lo material solo no consigue la felicidad que ansiamos.

El ser humano es feliz cuando ama, cuando ama y quiere a los que están cerca. Cuando te aman y tú no amas el amor resulta siempre empalagoso.

Todos tenemos aristas que debemos de pulir para no hacer daño, que gran objetivo para este año 2019 que leído al revés es Dios.

Acabamos de celebrar la Navidad, hemos celebrado al Niño Dios con un mensaje de humildad y de esperanza. Un Dios que ha querido compartir la suerte del género humano.

*Miembro del Club 55