Sinceramente esperaba reacciones a la intención del gobierno municipal de modificar las Normas de Planeamiento en Vilariño para impedir que una empresa obtenga licencia de obra, por la que lleva esperando más de lo que estipula la ley y por la que el gobierno local está siendo investigado en el Juzgado Número 1 de Cangas. Trazar el futuro urbanismo a golpe de modificación puntual y a conveniencia es cuanto menos irreverente y genera incerteza en el administrado. Hacer esta maniobra cuando el asunto se encuentra en los juzgados sí parece un alarde, un más difícil todavía. ¡Viva el espectáculo! Aunque esto puede costar un tirón de orejas del juzgador al gobierno.
Pero no es solo cosa de este gobierno tripartito lo de trazar el urbanismo de Cangas a golpe de modificación puntual. Por si alguien se olvidó, aún está en los despachos la modificación presentada en su momento en relación a los terrenos de Massó. La administración autonómica, a día de hoy, y a pesar de haber pasado diez años, no se pronunció todavía y aparece en sus páginas web.
