Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Manuel Ponte

inventario de perplejidades

José Manuel Ponte

La sencillez en el fútbol

Los auténticos héroes del fin de semana fueron el entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, y los jugadores del modesto equipo donostiarra que "maltrataron" (así titula un periódico) al poderoso y supuestamente invencible Real Madrid. Y la paliza no fue más allá de lo que expresa el rotundo 3-0 con que finalizó el partido a poco que el belga Courtois no hubiera hecho honor a su fama de mejor portero del mundo y pudo atajar unos balones que iban veloces camino de la red. El asedio artillero de la delantera azulgrana fue constante y hasta hubo comentaristas de la radio que atribuyeron esa furia desatada al espíritu industrioso de la ciudad guipuzcoana donde florece desde hace más de un siglo una industria armamentística de probada calidad.

Pálido como un condenado a ser fusilado al amanecer, contempló la catástrofe desde el palco de autoridades el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. El señor Pérez lleva un año complicado de soportar. Primero, Zinedine Zidane le comunicó por sorpresa que renunciaba a seguir como entrenador de un equipo con el que había ganado, entre otros trofeos, dos copas de Europa. Luego Cristiano Ronaldo, que precisaba de más dinero y de más cariño por parte del club, pidió que le abrieran la puerta para irse a jugar a Italia. Acto seguido, le robó el entrenador, Julen Lopetegui, a la selección española en vísperas de su debut en el campeonato del mundo.

La operación resultó fallida, Lopetegui fue cesado a los nueve partidos de iniciada la Liga, y su sustituto, el argentino Solari, no parece en condiciones, de momento, de enderezar el rumbo errático de la nave. Por si todo esto fuera poco, ni el galés Bale ni el francés Benzema semejan capaces de aportar la cantidad de goles que marcaba el huido Cristiano Ronaldo, y los jóvenes talentos (Asensio, Carvajal, Isco, Ceballos, Lucas Vázquez, etc.) no acaban de cuajar en los fenomenales jugadores que se presumían. Y en esas estábamos cuando llega el modesto Eibar y, como suelen decir los cronistas deportivos, le saca los colores con una cuasigoleada.

En otras circunstancias, el señor Pérez hubiera reaccionado fichando por una millonada a una de las grandes estrellas del fútbol mundial, pero la aparición en escena de poderosos grupos financieros internacionales lo ha puesto poco menos que imposible. Como si fuese una premonición de lo que iba a pasar, un día antes del partido se publicó una interesantísima entrevista con el entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, en el que este se lamentaba de que se estuviese perdiendo la sencillez en el fútbol. Y hacía en ella comentarios irónicos sobre el, a su juicio, exceso de tacticismo y de intensas sesiones de vídeos para analizar un juego que fundamentalmente se basa en el movimiento continuo, en la velocidad, en la creación de espacios y en la contundencia y precisión en los golpeos a la pelota. "Puede que a algunos entrenadores les guste pasarse 16 horas entrenando en la ciudad deportiva -dice-, pero muchos otros lo hacen para darse importancia. Igual que esos que se pasan el tiempo en la banda con un pinganillo recibiendo opiniones de los que ven el juego desde más arriba. Prefiero las sensaciones de estar a pie de campo". Lo dicho, lo más sencillo es lo mejor.

Compartir el artículo

stats