Valentín Fuster, el cardiólogo mas importante español afincado en New York, fue investido Doctor Honoris Causa por la Uax (Univerdidad Alfonso X) y en su toma de posesión todos esperaban que diera una conferencia sobre algún nuevo avance en el campo de la cardiología y no fue así. Su conferencia se basó en descubrir el secreto de su éxito en cardiología, y habló que se lo debía a sus tres "m". "Mi primera "m" se la debo a mis mentores, médicos importantes que me ayudaron cuando era estudiante y cuando escogí la especialidad de cardiología. Sin estos mentores difícilmente hubiera llegado a obtener este tercer Honoris Causa. La segunda "m" se la debo al método en mi trabajo, esto se lo debo a mi colegio de los Jesuitas que me imprimieron una disciplina propia de la Compañía de Jesús, el método y la disciplina es vital para ser eficaz. La tercera "m" es la moral y esto se lo debo a mis padres. En mi casa si una cosa no era honesta y moral se deshechaba. La moral es vital para las relaciones con los demás, imprimen confianza en tus equipos y en las empresas colaboradoras en tus proyectos científicos".

Este importante cardiólogo español, Valentín Fuster, no defraudó a sus oyentes en la entrega de Doctor Honoris Causa en la universidad Alfonso X El Sabio.

Es una gran enseñanza para todos nosotros y es muy importante tener mentores como estudiante ya en los estudios de la primera enseñanza como en la universidad, así como en tu vida profesional. Admitir mentores es progresar en tu profesión e indica una gran dosis de humildad para ser como una esponja en la que absorbemos las enseñanzas buenas de los demás. El soberbio es como una piedra a la que le resbala todo lo que puede aprender porque cree que lo sabe todo.

Pero Valentín Fuster nos descubrió otro gran secreto las tres "T" trabajo-trabajo-trabajo. Se puede ser muy inteligente pero si no eres muy trabajador todo queda en las primeras piedras y no en las últimas. El trabajo es la clave del éxito en la vida.

Aquí en Galicia creemos que la gente brillante son de otras regiones y que no son de nuestra terriña. En Galicia hemos tenido grandes gigantes de la medicina como Roberto Novoa Santos y Alejandro Otero Fernández.

Estos días he estado charlando con Rafael Alonso, gallego de Pontevedra, alumno de medicina de la Universidad de Navarra que escogió la especialidad de cardiología y con solo 43 años estuvo trabajando primero en España, diez años en Londres y ahora lo ficharon para trabajar en el gran Hospital Público de Toronto. Trabaja desde las siete de la mañana hasta las siete de la tarde, su trabajo consiste en salvar vidas e investigar.

Las tres "m" y las tres "T" son las claves del éxito unidas a un espíritu humilde para observar y aprender.

Creo que es una gran enseñanza para todos, para jóvenes, para adultos y mayores, y ya que hablamos de cardiólogos, de curar enfermedades del corazón, lo que tenemos que pedir a Dios Padre es que nos dé siempre un corazón joven, que no nos dejemos quemar por las contrariedades e insabores normales en nuestro caminar, que nos dé un corazón joven para amar como los enamorados, que nos dé un corazón sensible para sufrir con las penas de los nuestros y disfrutar con los éxitos de aquellos con los que convivimos.

Miembro del Club 55*