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Las personas superdotadas

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los superdotados son personas que poseen un coeficiente intelectual mayor de 130. Disponen de una capacidad más alta que la media de la población, destacando a veces en casi todo, ciencias, lenguaje, cálculo, razonamiento espacial, mecánico, razonamiento lógico y abstracto. O que tengan mayor potencial sólo en algunas de estas aptitudes y en ellas ser brillantes. Llaman la atención por su capacidad de observación y memoria, precoces en el lenguaje, suelen ser muy creativos en alguna área del saber o de las artes. Disfrutan en sus aficiones y tienden a estar concentrados en lo que les atrae. Su mente suele ser compleja y ágil, siempre pensando y con fluidez de ideas.

Creativos, con elaboraciones diferentes a lo esperado, cambian las propuestas, tienen originalidad y perspectivas diversas, con alta riqueza imaginativa. Poseen facilidad para analizar conjuntos, sistemas y subsistemas, que fácilmente enlazan y seccionan. Son tenaces y se esfuerzan, resistentes y no se cierran tan fácilmente. Sí es evidente que cada sujeto tiene sus propias vivencias y experiencias, y en función de cada familia, de las relaciones entre sus miembros y de la economía y recursos, influirán también en su desarrollo. Además, el tipo de centro educativo y otras fuentes de estimulación como clases particulares y juegos. Y en conjunto su desarrollo y estimulación, están en función del ámbito sociocultural de pertenencia, y si la familia es estable mentalmente.

A veces logran progresar en circunstancias adversas, y en otras ocasiones de carencias y frustración, se descompensan psicológicamente. Suelen acudir fácilmente al psicólogo, al entender que el especialista les puede ayudar para superarse mejor. Su aguda sensibilidad y alto potencial perceptivo, les facilita la captación e interpretación de multiplicidad de datos y matices. En casos peores, personas muy inteligentes, no han podido desarrollar un equilibrio psicológico, por las circunstancias de sus vidas y familias. Sin embargo, sus destrezas y nivel de comprensión de hechos y vivencias, es alta, lo cual les permite avanzar antes.

Los superdotados suelen ser muy perfeccionistas, y cuando no les satisface lo que hacen, a todo le ponen pegas, muy autocríticos. En general tienen que aceptar que "las acciones y ejecuciones", pintura, música, escritura, conducir, elaborar, etc., necesitan un entrenamiento, que facilite una mejora progresiva. Desde la primera vez que algo se hace, con su alta autoexigencia, lo juzgan, le encuentran defectos y se suelen desmotivar, se apartan, incluso llegando al fracaso escolar y conformándose con cualquier trabajo. Es más, a veces las decepciones e importantes diferencias entre sus niveles de inteligencia y un trabajo sencillo, les llevan a decepciones y patologías mentales. Se acomodan en su zona de confort y disminuye su interés por afrontar retos y crecer. Sin embargo con más confianza en sí mismos, autoestima y seguridad, progresivamente les va llevando a un proceso de consecución de objetivos. Así se van interesando y motivando de nuevo, superando el miedo anticipatorio e incluso permitiéndose el fracaso y los nuevos intentos, con más competencias para estar dispuestas a luchar por algo y lograrlo. Y en caso de cometer errores, tienen más tolerancia al fracaso y una actitud perseverante hasta alcanzarlo.

En las personas de altas capacidades, para lograr objetivos y alto desempeño en la vida, no solo importan los potenciales intelectuales, sino una personalidad con actitudes de rendimiento y eficacia. Para ellos identificar sus potenciales, valorarlos, disminuir su autocrítica, ser más flexibles y tolerantes, les conduce a una nueva autopercepción. Y desde esta nueva perspectiva de altura, siguen creciendo y disfrutando de la vida. Lo mejor que le puede ocurrir a una persona superdotada, es aprender a conducirse y manejarse para conocer sus carencias y fluir con su autorrealización personal.

(*) Psicóloga

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