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Antonio Rico

Libertad de expresión

Gala de los Premios Ondas. Un galardonado recoge el premio. Dice: "Hágase en mí según tu palabra", y marcha. El siguiente habla aun menos: "Sí, mi amo". Es todo. Un tercero ataca: "La libertad de expresión es una mierda". Y un cuarto remata: "Escuchad, aplaudid y callad". Ustedes no se enteraron porque esto nunca ocurrió. Pero molaría.

En la gala real del pasado miércoles nadie soltó semejantes barbaridades. Fue un acto mucho más previsible en el que los profesionales de la comunicación reivindicaron la libertad de expresión del modo tradicional. La defendieron, hablaron de su importancia y se comprometieron con su defensa. Quien más tocó el asunto fue Sandra Sabatés, Premio Ondas a la mejor presentadora por "El intermedio". La grave situación vivida tras el sketch de Dani Mateo con la bandera de España en el programa hace necesarias las palabras de Sabatés: la libertad de expresión está siendo muy cuestionada y toca defenderla. Pero lo que de verdad hubiera estado bien es que alguien hubiera dicho "La libertad de expresión es una mierda". Y que el público asistente abucheara. O aplaudiera. O abucheara y aplaudiera, según quisiera cada uno. Porque de eso se trata.

La libertad de expresión no solo sirve para defender la libertad de expresión, también para criticarla y para criticar a quien la critica. Es en este ejercicio donde se demuestra su superioridad, donde quienes la condenan y prefieren la censura reconocen implícitamente con sus actos que se equivocan. La libertad de expresión debería tener una bandera para que quienes no la defienden puedan romperla, quemarla y reírse de ella, para que puedan ponerla a su servicio. Una bandera que no puede romperse y quemarse libremente merece ser rota y quemada. Es la bandera que sí puede romperse y quemarse la que no merece ser rota y quemada. Es la que nos libra del "Hágase en mí según tu palabra", del "Sí, mi amo", y del "Escuchad, aplaudid y callad". Y la garantía de que eso es así es que haya personas criticándola, diciendo que es una mierda, riéndose, limpiándose los mocos con ella. Permitámoslo y estémosles agradecidos.

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