Desde A Estrada hasta O Porriño, pasando por algunas zonas del Baixo Miño, no fueron pocos los lugares de las provincias de Pontevedra y A Coruña, donde se realizó el cultivo del tabaco con unos frutos excelentes durante buena parte del siglo XX, especialmente después de la Guerra Civil. La calidad del producto estuvo siempre muy reconocida.
Inicialmente, el Instituto Nacional de Colonización jugó un papel decisivo, incluso anticipando dinero a los agricultores. Más tarde, el Ministerio de Agricultura impulsó el cultivo del tabaco de forma metódica y reglada, por medio de campañas anuales, siempre bajo unas condiciones muy estrictas.
Sobre las plantaciones iniciales de aquellos primeros años 40 no existen testimonios fehacientes por su lejanía en el tiempo. En cambio, si hay referencias directas de los logros obtenidos en A Estrada y O Porriño, por ejemplo, entre finales de los años 70 y principios de los 80.
El ingeniero técnico agrícola Carlos del Río parece que estuvo detrás de plantaciones de tabaco en O Porriño y mantuvo una relación bastante estrecha con el centro de Salcedo. Aquella misma tierra utilizó luego para la plantación de kiwi por primera vez en Galicia, con unos sorprendentes resultados.
Por su parte, Manuel Arca y José Basteiro, fueron productores de tabaco en Codeseda, Rivela y Barbude, dentro del municipio de A Estrada, donde lograron unas cosechas magníficas. Arca contó que obtuvo 100.000 pesetas por las 3.000 plantas de su primera cosecha, y Basteiró llegó a cobrar hasta 800 pesetas por kilo, que tampoco estaba nada mal. Seguramente ellos fueron los últimos productores gallegos.
