Da gusto ya, la verdad, subir a Cotorredondo y observar el Lago de Castiñeiras que ha recuperado, todavía no todo, el nivel de sus aguas. Pronto veremos de nuevo patos, garzas y con un poco de suerte, peces disfrutando de aquel maravilloso espacio natural que a tantas personas cautivó durante décadas hasta el punto de que aquel recinto es uno de los lugares a los que uno llevaba a quienes nos visitan para presumir de belleza natural. El ayuntamiento de Marín ha puesto de su parte el interés y los fondos para llevar a cabo la reparación precisa de la balsa y por ahí, el "lago" que no es solo el estanque, precisa de otras actuaciones que mejoren todo su entorno, igual de bello y atractivo que la zona líquida. Tres son las comunidades de montes que tienen "propiedad" allí porque confluyen sus responsabilidades, y por encima están Diputación y Xunta que también deberían ser partes activas a la hora de poner fondos para conseguir que aquel recinto vuelva a ser lo que otrora fue al que iban durante todo el año, pero especialmente en primavera-verano, familias enteras para disfrutar de jornadas inolvidables. Y no hablo solo de asadoras de churrasco porque Castiñeiras guarda otros encantos gratuitos que la Naturaleza nos pone al alcance de la mano y que, como se está viendo desde años para acá, no sabemos aprovechar. A ver si a partir de ahora?