Estamos tan acostumbrados a que en el mundo de la política se lleve la condición de adversario político al plano personal que nos sorprenden cosas que deberían ser de lo más normales. Como por ejemplo el "buen rollo" que tienen el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el alcalde de Bueu, Félix Juncal. Efusivos y cariñosos saludos, buenas palabras, colaboración mutua y, para acabar, un cafecito en el Loureiro. A ver si el "feeling" continúa hasta las elecciones del mes de mayo, que ahora llega la época de salir con el cuchillo entre los dientes.
La maldición del Camiño da Bouza
Al ver ayer una nueva zanja en el Camiño da Bouza de Moaña, más de uno pensó que se tenía que tratar de una maldición, porque es imposible tanta mala suerte. Y es que los problemas con esta carretera persiguen al Concello y ponen a prueba la paciencia de los vecinos que viven en el entorno de la obra. Con la nueva reparación habrá que esperar a las próximas lluvias intensas, para comprobar si finalmente se pueden dar por acabados los trabajos. Crucen los dedos por si acaso.
