Losada fue intervenido de su dolencia, por primera vez, en el Sanatorio Marescot, de la carretera de Marín, la noche del 5 de junio de 1929. Efectuó la operación el propio Enrique Marescot, ayudado por los doctores Sobrino, Pintos y Fontoira, de Pontevedra, y los cirujanos Devesa y Cobián, de Santiago. Era un cáncer de estómago y la ciencia médica hizo cuanto estaba en su mano, que no fue mucho, por tratar de salvar al paciente.

El parte médico que trascendió a la prensa gallega habló de una "intervención delicadísima, que terminó felizmente". Aquellos días el Sanatorio Marescot recibió un desfile interminable de visitantes deseosos de saludar al paciente y desearle un pronto restablecimiento.

Losada estuvo tres meses de reposo casi absoluto en su casa de Domaio, y cuando sus buenos amigos anhelaban una cierta recuperación, sufrió otra afección en el hígado y riñón, que dejó maltrecho al enfermo. Esa dolencia aconsejó una segunda operación que tuvo lugar el 25 de septiembre en el Sanatorio Baltar, de Santiago. Pero falleció veinte días después.