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Ilustres

Xosé Lois Carreira, de Nexus VI a Limuhe

Quince años después de sorprendernos con su colosal Nexus VI, el escultor limiano Xosé Lois Carreira se planteó el reto de dar forma a Limuhe, a dama da Lagoa, otra gran obra, pero ya con una nueva manera de hacer fruto de estos años de madurez. Aunque sigue manteniéndose fiel al granito de las canteras de Baltar, a la gran escala, a los potentes volúmenes y a la técnica tradicional en la forma de trabajar los grandes bloques de piedra. También ambas tienen la misma potencia y ambas van ligadas al agua, el Nexus al Miño y la Dama a la Lagoa. Sin embargo en la segunda se aleja de la tradición clásica para centrarse más en el mensaje de reivindicación del papel de la mujer en el arte como elemento de inspiración y como creadora.

En los años que median entre Nexus VI y Limuhe Carreira desarrolló una trayectoria multidisciplinar en la que combinó la fotografía y la pintura, en esta modalidad artística obtuvo en la XII Bienal de pintura Eixo Atlántico el premio "A mellor obra de autor galego" con América en la que plasma con técnica mixta sobre tabla un busto con cabeza de bisonte y ataviado con una camisa con las barras y estrellas y los colores de la bandera de Estados Unidos. En la escultura, que es donde se encuentra trabajando más a gusto llevó a cabo una gran actividad sobre todo en el apartado de la escultura pública, donde ejecutó varios encargos para homenajes como el de Toñito Maestro o Marina Cuquejo, pero también el tema etnográfico estuvo presente en O Cigarrón que le encargó la villa de Verín después del interés que había despertado A Pantalla que años antes había realizado para Xinzo. La colaboración con otros creadores también tiene cabida en su obra, así, del trabajo conjunto con Iñaqui Aranzábal nació la escultura Vidas entrecruzadas (Eibar). En todo este catálogo, si bien se aprecia la presencia de sus rasgos más inconfundibles como el material o los volúmenes rotundos, por otra parte, estas obras también suponen un contrapunto a ese mundo singular que tanto le gusta al autor.

Nexus VI nace en el año 2002 en la ciudad ourensana como colofón a la urbanización del entorno del puente del Milenio. A la hora de concebir el encargo Xosé Lois Carreira va a jugar con la dualidad pasado- antigüedad, futuro-ciencia ficción. Formalmente la obra bebe en las fuentes clásicas para el tratamiento anatómico, a pesar de que su potencia y gestualidad van a romper con el equilibrio clasicista para dar rienda suelta a un dramatismo más helenístico. Sin embargo, la temática elegida rinde tributo a ese universo tan particular de los Nexos, réplicas fruto de la ingeniería bioquímica, que protagonizaron la película Bladerunner (1982) de Ridley Scott. Esta dualidad a la que nos referimos confluye en el dramatismo que refleja Nexus ante los problemas de identidad y adaptación al mundo de los humanos. Es la plasmación de la angustia de "vivir con miedo" como la define uno de ellos en la última escena de la película.

Con estos bagajes el escultor se ha sumergido en su última gran obra: Limuhe, a dama da Lagoa. Se inspira en la leyenda de la mujer que habita en las aguas. Es una tradición milenaria que hunde sus raíces en los mitos celtas y reafirma su presencia en el ciclo artúrico. Para extenderse después por toda Europa a lo largo del tiempo en contextos muy variados, abriendo las puertas de la imaginación de artistas diversos y escritores de diferentes épocas.

Desde el punto de vista formal Limuhe es una escultura de granito de casi siete metros de altura y setenta toneladas de peso, que representa a una joven emergiendo de las aguas de la Lagoa, aludida en el manto de agua decorado con espirales que desciende desde su torso. En la parte inferior, aunque solo esbozados, una serie de signos recogen referencias agrarias, heráldicas y etnográficas de Xinzo. Todas ellas, a pesar de estar meramente insinuadas, contribuyen a presentar una iconografía más clara.

Al elegir este tema el escultor, aunque hace referencia al mito, pretende ir más allá con un discurso conceptual, queriendo que su obra sea una reivindicación de la mujer fuerte. La dama que emerge de las aguas es una mujer joven pero impone autoridad, rompe con el modelo de la mujer pasiva. El artista enfatiza con el mensaje en un tema en que su temperamento mezcla el fascinante mundo de la tradición y la leyenda, con una interpretación subjetiva propia, ligada a la exaltación de la igualdad y la mujer en el momento actual. De nuevo, la armonización de estos dos elementos lleva al autor a la dualidad en el tiempo: pasado - mito, presente - igualdad.

A dama da Lagoa era un sueño perdido que ahora recupera Xosé Lois Carreira con su Limuhe, la cual, cuando sea colocada próxima a la laguna se convertirá en testigo que espera que no solo el tiempo consolide su presencia, sino también, que las aguas vuelvan a su cauce sin discordias, solo sumando propuestas y aparcando demagogias.

(*) Doctora de Historia del Arte

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