Atardecía el domingo de modo espléndido cuando recogí a Loló Domínguez "lolailo" en su casa de la calle Triunfo para darle a la vida un poco de teatro. Claro, nos había dejado en la taquilla de la sala Ártika (Beiramar, 103) dos entradas Manuela Díaz, encargada de la producción de la compañía argentina Nún Producciones, que allí interpretaba Socavón. Mucho ambientillo en el hall de entrada de la sala con un bar sobrado para hacer tiempo antes de la obra y, en el que pronto vimos a la actriz y directora Alejandra Abreu, hija de los pintores Antón Abreu y Elsa Pérez Vicente y madre de Manuela Díaz, una tercera generación de la familia que venía con la compañía argentina, porque allá se conocieron Abreu y Elsa hace más de medio siglo, allá parieron a Alejandra y allí parió ella a Manuela, aunque ahora viva en Madrid. La Lolailo y yo nos pedimos dos gin tonics para meternos después en la sala, y dejarnos envolver por un trhiller psicológico con una innovadora puesta en escena que delata un mundo rematadamente desquiciado, lleno de música, silencio, luz y oscuridad: la radiografía psíquica de un asesino. Excelente el único actor, Nacho de Santis.

En el taller de la carpintería

Salimos del teatro a las 21.00, una hora tan prudente que decidimos caminar hasta Bouzas a lo largo de la Avenida de Beiramar, cuando los postreros minutos de la puesta de sol conferían al paisaje portuario, entre grúas y barcos en astillero, una estética industrial con su específica belleza. Llegamos a Bouzas y nos dirigíamos a estrenar El Taller de la Carpintería, el primero hijo tapero del restaurante boucense La Carpintería, cuando nos encontramos con Jaime Capitán, Marisol L. Martínez y Amparo, que volvían de Portugal y habían hecho allí parada antes de volver a casa. Bien por los pinchos del Taller, con Iván en la cocina, como probaba el local lleno un domingo casi a las 10 de la noche. Nos volvimos al centro y, dada la bondad de la noche, aún nos sentamos en la terraza de El Corcho, ahí por la Alameda.

Galicia, qué vacas tienes

Y yo tendría que haber estado hoy (ayer para vosotros) en una cuadra en Meis, porque allí me invitó el vigués de Ponteareas Manolo Barroso para ser testigo del primer proyecto mundial de cría de vacuno en paralelo, gestionado por Discarlux. No es una coña, las 13 mejores razas cárnicas del mundo criadas bajo el sistema ganadero gallego. Tendría que estar yo en Trasmonte, donde se ubica el establo en el que se centra el cárnico escenario de Fisterra Bovine World. En Galicia nació este primer proyecto mundial pero está auspiciado por primeros espadas europeos de la carne y la restauración, invitados ayer y que empezaban por el establo, a las 8 de la mañana, su jornada: Ives Marie Le Bourdonec, propietario de las carnicerías de las galerías Lafayette, Henrick Dierendonc, propietario del Carcase en Bélgica, restaurante acreditado por las mejores carnes, Francesco camassa, Cyril Boulet, Damien Pinon? Una plana mayor de la carne en Europa. Que me perdonen mis amigas veganas.