Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago.

360 grados

Joaquín Rábago

¡Basta ya de cambios de régimen!

Con el pretexto espurio de defender los derechos humanos y fomentar la democracia, Estados Unidos ha practicado en Oriente Medio una política nefasta de intentos de cambio de régimen. Lo hizo en Irak con el resultado que ya sabemos, lo repitió en Libia con la inestimable ayuda del Reino Unido y Francia, y ahora se ha fijado Irán como nuevo objetivo.

El presidente Donald Trump se ha propuesto asfixiar económicamente a ese régimen sin que parezcan importarle demasiado las consecuencias tanto para la población como para los países vecinos y los europeos. La población iraní está soliviantada, menudean de un tiempo a esta parte las manifestaciones callejeras y en muchos lugares del país se denuncian fenómenos como el precio del pan, el desempleo o la corrupción de los gobernantes.

La inflación no deja de aumentar, suben los precios de los alimentos básicos y se devalúa la moneda nacional, fenómenos que tienen que ver fundamentalmente con el acoso económico por parte de la superpotencia.

Las nuevas sanciones que anuncia Washington para noviembre no harán sino agravar la crisis y el descontento de la población, dará alas a los elementos más conservadores del régimen y contribuirá a desestabilizar uno de los países de momento más estables de todo Oriente Medio.

En la pugna que enfrenta al Irán teocrático shií con la sunita y feudal Arabia Saudí, EE UU ha tomado claramente partido por la segunda, a la que vende masivamente armas que luego se utilizan en la guerra del Yemen. A Estados Unidos le interesa Arabia Saudí en cuanto país aliado de Israel, su principal cabeza de puente en la región, y enemigo a muerte de Irán, sin que haya que olvidar el gas y petróleo de toda esa región, ¿Qué le importa, sin embargo, el eventual estallido de una guerra civil en Irán, similar a las que han ensangrentado a de otros países de la región como Libia, Siria o, anteriormente Irak?

Animado por sus halcones, tras desvincularse del pacto multilateral en materia nuclear con Irán, Trump pretende reforzar a partir de noviembre las sanciones contra su régimen, al que trata claramente de desestabilizar Estados Unidos queda muy lejos, y las consecuencias del intervencionismo insensato de EE UU las pagarán, además del pueblo iraní, sus vecinos y los países europeos.

Animado por sus halcones, tras desvincularse del pacto multilateral en materia nuclear con Irán, Trump pretende reforzar a partir de noviembre las sanciones contra su régimen, al que trata claramente de desestabilizar. ¿Qué dicen mientras tanto los europeos? ¿Acaso no tienen Alemania y sus aliados nada que oponer a la insensata arrogancia estadounidense?

¿No deberían decirle todos ellos a Washington alto y claro que su política desestabilizadora atenta contra los intereses de seguridad europeos? ¿O prefieren seguir callando?

Compartir el artículo

stats