Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Valor e importancia

Nos cuenta Plutarco que habiendo llegado el gran Alejandro Magno a Corinto en su camino por conquistar el mundo sintió especial curiosidad por conocer a Diógenes de Sinope, aquel filósofo que sentía tanto desprecio por las riquezas y usos sociales que tan solo poseía un barril en el que vivía y la compañía de unos perros. Como este no encontraba tiempo ni ganas de acudir a la recepción del gran Conquistador no le quedó a su admirador otra alternativa que acercarse al famoso tonel, en su deseo por conocer a tan singular personaje. Su llegada, cabe imaginar rodeado de boato y un brillante séquito, tampoco despertó en el filósofo especial emoción. El Magno, conocedor de su afilado verbo y aguda inteligencia, le ofrece cumplir un deseo: "¿Qué puedo hacer por ti? pídeme lo que quieras". "Apártate, me estás quitando el sol". En ese momento ninguna riqueza igualaba a la que estaba disfrutando, los rayos del sol.

Vallejo-Nájera, insigne psiquiatra, profesor, prestigioso encuadernador y un reconocido pintor naif, no tenía por costumbre regalar sus obras. Entendía que al pagarlas sus propietarios las lucirían en el salón; las regaladas irían directamente al cuarto de baño. De alguna manera, el actuar de sus amigos le había llevado a comprender que el valor de su obra era directamente proporcional al precio e inversamente al afecto que motivaba su acto de generosidad. ¿Por qué regalarlas si no les dan aprecio, y además este es mayor cuando supone un pago?

Precio, valor, importancia, mérito, beneficio, orgullo. Todo está en relación a nuestra particular vanidad y al interés por ofrecer. ¿Quién no actúa para reconfortar su espíritu? Siquiera a través de materializar un deseo hacia sí, su familia o terceros. Recientemente, un muy querido amigo, emigrante en Brasil hace ya largos años, me permitía compartir su secreto: "Tengo noventa años, mi familia está sana y yo reboso salud. ¿Qué más puedo pedir? Soy el más rico del mundo". Muy cierto, y es que a veces tomamos por hecho vivencias, circunstancias, compañías, situaciones cuya magnitud no acertamos a valorar en su justa medida. Cuando las sometemos al juicio del momento limitamos su perspectiva, menguamos su valor, despreciamos su capacidad y sobre todo nos empobrecemos a nosotros mismos. ¿Cómo podemos desdeñar o siquiera ignorar la verdadera relevancia de la compañía de un ser querido? ¡Cuánto daríamos por tenerle cuando nos acompaña su ausencia! Riqueza desairada con demasiada frecuencia. La misma que el tiempo nos va a devolver con sus verdaderos relieves.

La vida es siempre una tarea a desarrollar, un don de la naturaleza, en la que nuestra circunstancia nos va a acompañar y modelar permanentemente. Pero también un camino que mucho tendrá de aportación personal y sobre todo de generosidad y grandeza para saber fijar la verdadera dimensión de las cosas. La política, paradigma al caso de virtudes y defectos, nos da siempre grandes lecciones: ¿cómo iba a imaginar el gran Napoleón Bonaparte que sus últimos días discurrirían con irrelevancia y marginación en una perdida isla del Atlántico? Hitler, de estilete de una supuesta raza superior que iba a conquistar manu militari el mundo, a un ser cuya cobardía le impide siquiera afrontar las consecuencias de sus actos. Y tantos personajes que en los más diversos órdenes gozaron la opulencia del momento y no supieron advertir la verdadera grandeza de las situaciones que cada día nos ofrece. A todos.

Fernando Garrido, alpinista a quien los despreciables asesinos de ETA privaron de padres y hermano, nos da una de las excelsas claves de la vida. Cuando después de batir un récord de permanencia aislada en una pared del Aconcagua es preguntado qué había sentido en ese momento, responde que no había sentido nada "porque no tenía a nadie con quien compartirlo".

A nosotros corresponderá saber advertir y valorar lo mucho e importante que nos rodea y, como Diógenes, disfrutar también los rayos del sol que cada amanecer nos ofrece.

Compartir el artículo

stats