El día que De la Serna aseguró que el peaje de Redondela sería historia en julio asumió un compromiso que es extensible a Fomento, con independencia de quién lo dirija o qué color político gobierne. El equipo de Ábalos tiene el deber de acelerar los plazos y finiquitar un peaje anacrónico, de los más caros de España y que convierte al tramo Vigo-Redondela en el único tramo de circunvalación urbana de la AP-9 en el que hay que tirar de cartera. Ni en Pontevedra, ni en Santiago, ni en A Coruña enfrontan una situación así. Mal arranque de mandato sería para Pedro Sánchez y Ábalos incumplir la palabra asumida por Fomento. De su diligencia nadie duda. En solo un mes ya han mostrado por ejemplo su voluntad de "pelear" por el Corredor Mediterráneo y acabar con sus peajes.