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Antonio Rico

Ni siquiera Piqueras

Pedro Piqueras es un buenazo. Se sacrifica por el bien de los espectadores, el periodismo y la televisión. Ya lo demostró, por ejemplo, marchando de la tele pública a una privada, y de una privada a otra en cuanto entró el juego del libre mercado en nuestro esquelético panorama televisivo hace 25 años. Alguien tenía que enseñarnos que el muro había caído y el bueno de Piqueras se ofreció a hacerlo. También dio un paso al frente cuando la lucha por la audiencia inundó los informativos de sensacionalismo. Su manera de denunciarlo fue tan ingeniosa como eficaz: daba igual qué noticia abordaba, él siempre hablaba de hechos espectaculares, espeluznantes, atroces. Gracias a él, desde entonces vemos los telediarios con cierto escepticismo y una ceja más alta que la otra.

Pero el infame uso que las cadenas hacen de los informativos para la autopromoción y el autobombo requería dar otro paso en el fomento de nuestro espíritu crítico. El bueno de Piqueras volvió a estar ahí. El otro día se armó de valor y recomendó desde "Informativos Telecinco" que los padres quedaran a ver la película "Jurassic World" después de los deportes y "para pasar una velada inolvidable con sus hijos". Con un señuelo infalible, el consejo fue justo lo que necesitábamos los españoles para espabilar.

La lección fue dolorosa, pero necesaria. Tras ver los deportes, y antes de los lagartos terribles, papis y nenes tenían que tragarse taza y media de "Supervivientes: Última hora". Realmente terrible, más que los dinosaurios. Después, la familia debía quedarse despierta hasta la una de la mañana para ver cómo acababa la peli. Qué didáctico resultó Piqueras. Qué gran enseñanza la suya. Qué inolvidable fue la "velada inolvidable". Al día siguiente los pequeños fueron muertos de sueño al cole y los grandes fueron muertos de sueño al trabajo, pero sabiendo todos que la familia que trasnocha unida, ve la tele unida, y se levanta al día siguiente unida, permanece apijotada y unida. Ah, sí, y que en la tele nada es de fiar. Ni siquiera Piqueras.

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