La inauguración de la primera sede del Círculo Mercantil en el local que había ocupado hasta entonces el bar Carrillo tuvo lugar el 11 de mayo de 1929. El acto propiamente dicho se celebró a las seis de la tarde, con asistencia de las primeras autoridades civiles y militares, representantes de las sociedades ya existentes y otros invitados diversos. A todos agradeció su presencia el presidente, Rafael Varela, recién elegido diez días antes.
El gobernador civil, José Batuecas, felicitó a la directiva por su labor y prometió su apoyo de cara al futuro, y el alcalde, Remigio Hevia, se congratuló por la creación de la entidad e hizo votos por su prosperidad.
Un centenar de personas asistieron a la cena inaugural, que resultó muy animada y concluyó pasada la medianoche. Las intervenciones se sucedieron a los postres, porque unos cuantos asistentes quisieron dejar constancia de su satisfacción y subrayaron su compromiso con la institución.
El abogado Prudencio Landín, el médico Celestino López de Castro, y el comerciante Salvador García Bobillo, entre otros, auguraron larga vida a la sociedad que acababa de nacer. Igualmente hablaron los señores Martínez, Quiroga y Muñoz. Unos y otros insistieron en la inequívoca vocación mercantil e industrial que reflejaba su propio nombre, así como en su firme orientación en defensa de los intereses de Pontevedra.
Aquella misma noche, los reunidos mostraron su deseo de comunicar la buena nueva a los cuatro vientos y, en consecuencia, redactaron sendos telegramas dirigidos a las instancias más altas: al presidente del Consejo de Gobierno, general Primo de Rivera; a los ministros de Hacienda, Fomento y Economía, así como al Círculo Mercantil e Industrial de Madrid.
