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Luis M. Alonso.

sol y sombra

Luis M. Alonso

Marketing y "realpolitik"

La política efectista y el deber frente al desafío territorial

Hace tiempo que los partidos socialdemócratas cambiaron el Welfare State por la posmodernidad y el trampatojo. Este gobierno del PSOE inspirado en el marketing, que tanta expectación concita, es presumible que ofrezca más memoria histórica, igualdad de género y algo de postureo, mientras tranquiliza a los mercados y a Europa en un juego de distracción mercadotécnica hasta las elecciones. Es desde luego mucho mejor para los socialistas y el país seguir ese tipo de pulsión efectista que alejarse totalmente dela realidad. Como gobernar resulta imposible, las medidas que se anuncien o se tomen serán todas ellas munición de campaña. La estrategia es doble: por un lado comerle el terreno a Podemos, atrayendo hacia sí a buena parte de sus electores con pirotecnia social; por otro, restar espacio centrista a Ciudadanos, despejando las dudas entre los votantes moderados. El problema es cómo mantener el equilibrio.

Para los que sientan un déjà vu zapaterista en la etapa que ahora comienza, hay que pensar que los tiempos no son ya los de Rodríguez Zapatero, que supo rechazar el "plan Ibarretxe" pero abrió, sin embargo, la poterna por donde se coló el estatut catalán de la discordia. La historia ha avanzado. Pedro Sánchez tendrá que ser firme en la defensa de la integridad territorial frente a la demanda de los golpistas catalanes y prepararse para la ofensiva vasca. Los tres partidos constitucionalistas tienen que dejarse por una vez de oportunismo cortoplacista y ver la manera de acabar con el chantaje reformando la ley electoral para impedir que los nacionalistas sigan decidiendo sobre cuestiones que afectan al conjunto del país. Si no les preocupa España, sobran en el Congreso. Es fácil de entender.

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