El 24 de mayo de 2017 visitó Santiago el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. Ese mismo mes el gasóleo, carburante que más se consume en Galicia, costaba en las gasolineras de la comunidad un 2,9% más que la media nacional. Aquel día prometió la toma de "decisiones en el plazo más breve posible". "No es normal y que hay que terminar con unos precios diferenciales en la comunidad gallega frente al resto de España", dijo. Se anunció una investigación que nunca se produjo pese a que este sobreprecio que padecen los usuarios gallegos no solo no se ha reducido, sino que ha llegado a superar el 5% sin ninguna razón que lo motive.

Ayer mismo, según datos oficiales del Ministerio de Industria, el litro de gasóleo en Galicia se pagaba a 1,292 euros, frente a los 1,248 euros de la media estatal. Esto es, ayer en la comunidad el diésel se pagaba un 3,5% más caro que en el conjunto de España. Un punto más de sobreprecio que cuando Marín Quemada prometió la investigación. Este periódico ha tratado de corroborar durante las dos últimas semanas con la CNMC si hay investigación, si han terminado de analizar los datos o si han apreciado ya alguna evidencia de prácticas irregulares. No ha obtenido respuesta a estas preguntas.

Es cierto que Galicia aplica el céntimo sanitario en su tasa más elevada, de 4,8 céntimos por litro, y que hay comunidades que no aplican este gravamen. Pero otras lo hacen en la misma medida que la Xunta, y allí -también- el combustible es más barato. Por ejemplo Cataluña, y ayer mismo el litro de diésel se pagaba en la provincia de Barcelona a 1,266 euros de media. Es un 2% más barato que Galicia, que cuenta además con una de las diez refinerías del país. Y también Murcia grava el consumo en la misma medida, y ayer cobraba el litro de gasóleo a 1,255 euros, otro 3,4% más barato que en una de Pontevedra, que volvía a ser un día más la provincia más cara de España (1,30 euros el litro). A modo de ejemplo, para un depósito de 60 litros un usuario murciano debía pagar este viernes 75,3 euros; uno de Vigo, 78,2 euros. Es una diferencia de seis euros en perjuicio del segundo si tiene que repostar dos veces al mes (y no sigue escalando el precio).

El Consello Galego da Competencia elaboró en 2012 un expediente sobre el posible pacto de precios en el sector, que posteriormente se integró en una investigación general abierta en 2013 por la CNMC. Más tarde, en 2014, la Xunta elaboró otro informe para insistir en los precios elevados, que remitió de nuevo al organismo de Competencia estatal para que actuara y que motivó las quejas de Feijóo al no encontrar respuesta. La incomparecencia se ha vuelto a repetir.