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Me voy al mercado das artes

Hoy, que es Día das Letras Galegas, empiezo a escribir con la música y voz de mi excelso amigo Amancio Prada cantando el "Adeus ríos, adeus fontes" rosaliano. Yo paso de actos institucionales y dejo para los políticos las loas y ditirambos coñazos a nuestros prebostes pero, mientras el Furgolibro de la Tía Ni, que es el de Nieves Loperena, pasará el día "liberando" libros en gallego por las calles de Vigo respaldada por el colegio Martín Códax, yo voy a visitar ese mercado del Calvario que hoy mis dos amigas y excoristas Esther y Alba, escondiendo el pescado o verduras, han convertido en explosión de creatividad entre artes plásticas, cerámica, fotografía, literatura? y música, mucha música para alegrar el día. Y, si tengo alguna rendija de tiempo conmigo mismo, seguiré leyendo la novela de la viguesa Esclavitud Rodríguez, "Un rumor que no se va", que me tiene esclavizado.

¡Enhorabuena, Daniela!

Pero hoy os voy a hablar de una artistaza viguesa que lleva la música en la sangre, con un estilo es muy dulce, íntimo y a la vez muy sensual. Ha empezado a componer sus propias canciones y estoy seguro de que habrá un público para ella porque tiene algo muy especial. Hablo de Daniela, la hija de Silvino y Rosa Costas "Aerolíneas", sobrina de Miguel Costas "Siniestro". Se presentó al casting de Factor X y llegó al casting final con Risto Mejide, Laura Pausini... de jurados. Tras emocionar al jurado volvió a ser seleccionada en la "decisión de los jueces" y dentro de unas horas para mí y ayer para vosotros, participa con 12 chicas en la fase de Las Sillas, de las que eligen a 5. Apuesto mi sueldo que quedará clasificada en el quinteto y vosotros ya lo habréis comprobado cuando salgan estas líneas. Daniela es una joven extraordinaria, me lo dice mamá Rosa, no solo por lo que se puede ver de ella desde fuera sino por una sensibilidad interior. Desde muy pequeña les enamoró con su sonrisa y su vitalidad. Con 8 años comenzó sus estudios profesionales de guitarra en el conservatorio que terminó tras 11 años de mucho esfuerzo. La música ha llamado su atención desde que era casi un bebé, sobre todo de la mano de su padre, Silvino. Ahora se empieza a comprobar.

Una fiesta muy española

Aún suenan en mi cabeza hoy en Vigo los ecos de una fiesta privada que tuve en las afueras. La salmantina criada en Cataluña pero con acento español y no de butifarrendum Berta Gutiérrez (demasiado culta para ser independentista) celebró su nombramiento como catedrática de Historia de la Ciencia con aplauso del tribunal y nos invitó a un fiestón a los amigos, con comida y bebida tutiplén. Aquella fiesta era como la España querida y unida por su diversidad porque coincidía allí la vasca Marijo Sánchez Briz, el toledano Paco García, el miembro de la Real Academia de las Letras sita en Madrid José Antonio Pascual, la asturiana Concepción Valle, el maño Fernando Abad, yo mismo como gallego... En fin, hasta un grupo andaluz con bailarina propia, Rumba Estrés. Pero es que, inesperadamente, aparece una tuna de bolsillo (eran tres) cantando "Yo te daré" y el pasodoble "España cañí" y uno de ellos, Miguel Gómez, era cántabro. Aquello era como una representación de la España deseada, unida y en fiesta.

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