Las ciudades son el motor del desarrollo económico del siglo XXI. En Vigo, con el alcalde Abel Caballero a la cabeza, hemos entendido perfectamente que necesitamos una ciudad para vivir, atraer empresas, innovación y talento. Queremos que Vigo sea una ciudad para compartir entre los ciudadanos, moderna, capaz de reducir los desplazamientos, con movilidad y accesibilidad, una ciudad para vivir y convivir.

Y en esta línea esta el proyecto de humanización de la Gran Vía, aplaudido por la mayoría de la ciudad y cuestionado por unos pocos, algunos desinformados que actúan de buena fe. Otros, con la intención de hacer política con intereses partidarios. Primero fueron los rederos, cuando quedo claro que irían a un buen emplazamiento, fueron los árboles. Cuando quedo claro que habría más del doble de árboles y de buen porte y calidad y sin hongos como los actuales, fueron las manifestaciones. Cuando estas fracasaron y solo cien personas acudían, entonces tuvieron que dar la cara y apareció Feijóo, obligando sin razón técnica alguna a paralizar la obra.

Y ahora ya sabemos que es una decisión política. Feijóo no quiere mejoras en Vigo, seguramente porque no quiere que Vigo esté tan por delante de otras ciudades de Galicia. Esto es el PP, oposición a las humanizaciones, a la colocación del Bernardo Alfageme en la rotonda de la avenida de Castelao, no a la potenciación del Marco o paralizar la reforma de Gran Vía. Cuando Feijóo insiste en mantener el bulevar tal y como está, ¿quién lo pasea con una pendiente del 9%?

En Gran Vía se va a llevar a cabo una transformación que va a significar un incremento y adecuación del número de árboles, que pasará de 150 a 350, con más masa vegetal, humanización de aceras, una cinta transportadora que evitará una pendiente del 9%, que mucha gente no puede subir, y la modernización de todo el espacio, manteniendo el bulevar y potenciando la utilización de esta zona. Respeto absoluto a los edificios catalogados como arquitectos reconocen a este periódico.

Bulos y mentiras interesadas políticamente y la Xunta de Galicia haciendo el "trabajo sucio" frenando una vez más, un gran proyecto de la ciudad. Y basado en un informe técnico que en absoluto avala la paralización. Quien vea el informe comprenderá que esta es una decisión política, sin aval ni sustento técnico alguno. De hecho, la parte técnica del documento se limita a describir el proyecto, sin aconsejar la paralización ni concluir, en ningún momento, que haya incompatibilidad con el entorno; no hay un solo criterio objetivo en dicho informe que justifique esta decisión.

Una decisión política, alevosa, tomada con una rapidez que jamás mostró en ningún otro proyecto el Consello Territorial de Patrimonio Cultural. Ahí se tomaron ese día otras decisiones, que sorprendentemente aún no fueron comunicadas al concello; por no hablar de otros expedientes que llevan meses "atascados" en este órgano de la Xunta de Galicia.

¿Por qué tanta prisa? Por qué se trata de frenar uno de los proyectos más innovadores y dinamizadores de Vigo. Y el PP de Vigo de comparsa obediente de los intereses de Feijóo y de otras ciudades. El antiviguismo, propio de otros tiempos y de otras latitudes, campa a sus anchas en el gobierno de Feijóo.

¿Y la gente mayor que tiene menos movilidad? ¿Y las personas con diversidad funcional? ¿Y los que viven en la zona alta? ¿Y los que tienen prisa? ¿Y los que llevan carritos de bebes? ¿Y los que no quieren ruidos? ¿Y los que quieren menos contaminación? ¿Y los que quieren usar el bulevar?

Ah, y yo vivo en la Avenida de Castelao, y recuerdo que cuando se cambiaron los árboles que estaban dañados, algunos presagiaban un desierto. ¿Por qué no se dan hoy, un magnífico día de primavera, un paseo por allí? Encontrarán un parque lleno de color. Igual que el proyecto de Gran Vía, un proyecto de futuro, que ni los bulos intencionados, ni la intolerable arbitrariedad de la Xunta, ni el obediente PP de Vigo, evitarán que se transforme en realidad. La verdad, el dinamismo y la propia naturaleza de las cosas acaban imponiéndose.

*Profesor de Universidad y Diputado en el Parlamento de Galicia