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Sobre los impuestos que pagamos los españoles (y II)

¿Por qué la recaudación fiscal en España es comparativamente baja? Desagregar por categorías de impuestos puede ayudarnos a concretar una respuesta. En la tabla adjunta, tomada del trabajo de Ignacio Zubiri para FUNCAS que citábamos ayer, se distinguen siete apartados, que totalizan el 97% de la recaudación total; quedarían al margen figuras tributarias menores en el ámbito local, autonómico y estatal.

Tomemos como referencia la Unión Europea de los 15 (UE-15). Recordemos que España se situó 5,5 puntos por debajo de la misma en 2016. España estaría normalizada en la imposición sobre la riqueza (tanto el IBI como la recaudación conjunta por el Impuesto sobre patrimonio y Sucesiones) y en las cotizaciones sociales. De hecho, en ambos casos estamos ligeramente por encima de la media. La diferencia de recaudación sería relativamente pequeña en el Impuesto sobre Sociedades (IS) y grande en el caso de la tributación sobre el consumo (IVA e impuestos especiales sobre alcohol, tabaco e hidrocarburos, fundamentalmente) y el IRPF. Los 5,5 puntos porcentuales de diferencia pueden explicarse casi completamente por 3,1 puntos menos de IRPF, 1,7 menos de tributación sobre el consumo y cuatro décimas imputables al Impuesto sobre Sociedades.

No obstante, en ninguna de las tres figuras los tipos impositivos en España son reducidos (salvo quizá en los impuestos especiales). De hecho, en el IRPF español se llega mucho antes que en la mayoría de los países de nuestro entorno al tipo máximo. Y los tipos en el IVA y en Sociedades no son inferiores a los que nos encontramos en muchos de los países que recaudan más que nosotros.

Por tanto, no es un problema de tipos impositivos. La explicación está en otro sitio: en el fraude fiscal y en la proliferación de beneficios fiscales y tratamientos diferenciados. En ambas cuestiones, estamos por encima de la media. Hablamos de los favorables módulos en IRPF, del fraude de profesionales y asalariados que cobran en B, de las facturas sin IVA, de la aplicación de un tipo superreducido del 4% a un buen número de productos, de algun as bonificaciones en el Impuesto sobre Sociedades que benefician extraordinariamente a las empresas más grandes?

La solución a nuestro déficit recaudatorio no está en subir tipos en IRPF o en equiparar los impuestos sobre la riqueza a una media comunitaria que ya superamos. Está en una reforma fiscal en profundidad, que revise algunas de las cosas que estamos haciendo mal y haga que algunos paguen más: los que defraudan y los que se benefician de regímenes muy ventajosos.

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