El esperpento continúa y ahora un magistrado de una pequeña ciudad alemana decide, en menos de una semana, dejar en libertad a Carles Puigdemont. Es un insulto a toda la judicatura española, se está creando una inseguridad jurídica en la Unión Europea, que partiendo de la base de que todos los miembros son estados democráticos y libres no pueden ponerse en duda las resoluciones de cada país.

A estas alturas estamos viviendo un momento horroroso de las instituciones: la monarquía con el fiasco de la reina Letizia con su suegra la gran Sofía que es la perla de la corona, el rey emérito don Juan Carlos pasando por el quirófano para arreglar su maltrecha rodilla.

Por otro lado al PP le están creciendo los enanos. Cristina Cifuentes, la más liberal y al mismo tiempo la más trallera con sus compañeros de partido condenados por corrupción, monta un lío con su máster que nos preguntamos qué necesidad tenía de montar este fiasco. Lo malo de todo esto es que la universidad pública Rey Juan Carlos está quedando en entredicho. Y no es lo mismo lo que dice el rector de lo que dice el responsable de los másteres de la universidad.

El partido socialista, con su Pedro Sánchez, no levanta cabeza. A dos expresidentes de la Junta de Andalucía se les está juzgando estos días por el gran fraude del ERE andaluz, que no es una cosa menor, estamos hablando de la cantidad de ochocientos mil euros.

Ciudadanos, socio del PP para aprobar el presupuesto de este año, está en entredicho por apoyar al PP con el fiasco de Cristina Cifuentes en que no se le acusa de corrupción pero sí de mentira. La mentira en política es muy grave. Ciudadanos está creciendo mucho porque no ha gobernado y es muy posible que en algún momento gobierne y ya veremos con el tiempo.

Podemos está cayendo de una forma brutal, de tal manera que en vez de acariciar el cielo, baja hasta el infierno.

Ante tanto despropósito y tanto esperpento, nos queda que en estos días un gran cardiólogo e ilustre español afincado en Nueva York con setenta y cinco años, Valentín Fuster, le han prorrogado su contrato de trabajo hasta los ochenta años en el Monte Sinaí centro hospitalario referente a nivel mundial.

En una entrevista reciente en la que se hablaba, naturalmente, de los avances en materia coronaria que hacen que la vida del ser humano se prolongue de una manera insospechada hace medio siglo. Cuando le preguntaron por la situación política de nuestro país él respondió que la raíz de nuestros problemas estaba en la falta de principios y de aptitudes que hace que todo valga. Siempre hubo corrupción, pero hace años el mal era malo y el bien era bueno, ahora todo vale.

Yo estoy convencido de que tenemos un gran país que es España y Valentín Fuster es la punta del iceberg del potencial de este país. Pero también es cierto que tenemos mucha gente con grandes convicciones y principios. Tenemos que emerger hablando y actuando, poniendo a cada uno en su sitio y arreglaremos este esperpento que es Cataluña.

*Miembro del Club 55