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Joaquín Rábago.

360 grados

Joaquín Rábago

Entre capitalistas

El grupo editor del diario aleman más leído y también, debido a sus manipulaciones, más odiado por muchos, va a honrar este mes al hombre más rico del mundo: el fundador de Amazon, Jeff Bezos.

El grupo Springer, editor también del conservador "Die Welt" y de otros muchos títulos, entregará a Bezos el 24 de abril la distinción que lleva el nombre de su fundador, Axel Springer.

La "laudatio" la pronunciará, según se anuncia el presidente del grupo Fiat, el también multimillonario John Elkann, por lo que teniendo en cuenta que la viuda de Springer es a su vez la 27 fortuna de Alemania, la cosa quedará entre capitalistas.

Claro que con su patrimonio de 4.000 millones de euros, Frida Springer no le llega ni a la altura del zapato a Jeff Bezos, a quien la revista norteamericana que se ocupa de esas cosas, Fortune, le calcula una fortuna de 112.000 millones.

El grupo editorial que entregará a Bezos su distinción honorifica se caracteriza por su incondicional atlantismo, su continua propaganda a favor del Estado judío y su defensa ideológica a ultranza del neoliberalismo.

Los periódicos del grupo, pero en especial "Bild", han llevado a cabo una histérica campaña contra la Grecia de Syriza, pidiendo su expulsión del euro o diciéndoles a los griegos que vendan sus islas si no tienen dinero.

Por su parte, Bezos no es ajeno al mundo de la prensa ya que compró en 2013 el "Washington Post", el segundo periódico más importante de aquel país, que no ha escatimado últimamente sus críticas al presidente Donald Trump.

Ése es uno de los motivos por los que se cree que Trump ha lanzado una feroz campaña por tuit contra Amazon, a las que acusa de no pagar en EEUU los impuestos que debería y perjudicar de paso al comercio minorista.

En la pugna entre ambos hombres, es difícil simpatizar con Bezos a la vista de cómo Amazon, una empresa con más de medio millón de trabajadores, trata a estos: prácticas antisindicales, dumping salarial y explotación y control sistemáticos, según denuncian sus críticos.

Por lo que a Springer se refiere, no está de más recordar que estos días se cumple medio siglo desde que fue herido en un atentado en Berlín uno de los líderes del movimiento estudiantil, Rudi Dutschke.

Dutschke fue víctima de una feroz campaña del grupo Springer, en cuyo consejo de redacción figuraba Horst Mahnke, un exmiembro de las SS hitlerianas que había participado durante la guerra en la persecución y ejecución de judíos y comunistas en Rusia.

La campaña desatada entonces contra Dutschke motivó la repulsa de destacados intelectuales, entre ellos los escritores Heinrich Böll, Günter Grass, Martin Walser o el suizo Max Frisch.

Estos llamaron a boicotear al grupo Springer, cuyo monopolio mediático representaba un grave peligro para la democracia parlamentaria.

"No colaboraremos en ningún periódico ni ninguna revista del grupo Springer. Esperamos que nuestros editores no se anuncien ni hagan tampoco en ellos publicidad de nuestros libros", escribieron entonces.

Hay quienes se preguntan si, en víctimas de sus prácticas, habría que boicotear hoy también a Amazon.

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