Anda el Puigdemont por el mundo manifestando a unos y otros que en España no hay democracia y que se persigue todo lo que no le gusta al Gobierno. Incluso se empeña en "despertar" a Franco al que quieren hacer presente en la vida española de hoy. Con el histriónico expresidente catalán hay otros elementos que van dejando en mal lugar a este país ante el mundo al que le hacen llegar mensajes cuando menos confusos que cada quien interpreta como quiere, sobre todo porque el Gobierno de Rajoy es incapaz de contrarrestar con una gran campaña informativa internacional que desmonte tantas mentiras. Viene el comentario porque ayer, día 14 de abril, quienes se sienten republicanos, conmemoraron la fecha de implantación de la Segunda República. Lo han hecho en Marín, donde hay una asociación próxima a ella, y en otros lugares con parecido sentimiento. Y aquí, la jornada se celebró con exquisito pacífico respeto. Los republicanos exaltaron lo que consideran ideal del régimen que defienden. Hubo música, himnos, banderas y ofrenda floral. También intervenciones habladas y canciones con sentimiento y los asistentes vivieron la jornada con pasión, con libertad y sin ningún afán de enfrentamiento. La Democracia, con "D" mayúscula permite la expresión, libre y en paz, de las opiniones. Ayer tuvimos en Marín el mejor ejemplo y que venga Puigdemont y lo niegue.

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