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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Los controles

Dicho, como siempre, con todo respeto, hay cosas en estos Reinos que tienen difícil explicación. Una de ellas, reciente, se refiere a la llamada Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, a la que le ha dado por anunciar su desconfianza en las compañías de gas y electricidad, sobre las que -avisa- "intensificará los controles". Pero no para evitar abusos en precios u opacidad en las facturas -muy protestada-: solo para evitar que los cambios de empresa se hagan con "pleno consentimiento de los clientes". Hosanna in excelsis.

Conste que el introito no se redacta con sarcasmo, pero sí con un cierto asombro. Y tampoco porque se dude de la conveniencia de que los clientes estén a salvo de posibles trampas. Pero según cómo se haga, porque es lo cierto que, en determinados sectores y compañías, que un cliente decida cambiar supone un largo camino de inconvenientes, papeleo, trámites y retrasos que ponen a prueba la paciencia y a veces la cartera, porque las demoras impiden el ahorro que supondría el cambio sin que la CNMV haya hecho demasiado para facilitar la tarea a los usuarios "en tránsito".

Claro que nunca es tarde cuando la dicha llega, y lo que habría que lamentar, al menos en Galicia, es que esa Comisión no se decida alguna vez a investigar aquí y en serio el extraño fenómeno de los precios de determinados combustibles. Porque en esta Comunidad, que aparece octava en el ranking de la renta per cápita española, el fuel oil, por ejemplo, es el más cato de España. Incluso más que en otras donde también se cobra el "céntimo sanitario", que ni es céntimo, ni sanitario, pero sí la excusa para explicar lo que no tiene explicación.

Claro que hablando de ese plus presupuestario, quizá no estuviere de más preguntar el motivo real por el que se mantiene. Porque, al menos en Galicia, nació para aliviar los costes de la Seguridad Social, después para atender los de la defensa del medio ambiente y ahora mismo ya se ignora su finalidad concreta. No pocos creen que se trata de una especie de "socorro móvil" para ayudar a que cuadren determinadas partidas, pero no se puede inculpar a alguien en particular, porque los que protestaron cuando se inventó -por cierto: aquí- no lo anularon.

En este punto, y ya puestos a reclamar, no estorbaría que la CNMV, como los organismos encargados de aplicar las reglas de la competencia, se pusieran a ello de verdad. Un detalle que ha de reclamarse por varios motivos, pero especialmente uno: los controles son abundantes, pero les ocurre lo que a las leyes: que las hay de todo tipo, pero bastantes no se cumplen casi nunca. Y por eso pasa lo que pasa: que, de menor a mayor, puede ocurrir desde que se encuentre una lagartija en una botella aparentemente cerrada y sellada hasta que se alimente a las vacas con piensos ingleses contaminados. Riesgos extraños pero que han sucedido.

¿Eh...?

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