Empezamos el año con la cabalgata de los Reyes Magos, este año fueron menos carnavalescas y más respetuosas con nuestra tradición. El señor alcalde se ve que está en plena forma pues repartió cariño y saludos a niños y mayores a lo largo de un recorrido de más de dos horas.

Pero los Reyes Magos que según el evangelio de San Mateo llegaron a Jerusalén y preguntaron a Herodes ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Herodes convocó a los escribas y sacerdotes y les preguntó dónde tenía que nacer el mesías y le respondieron que en Belén de Judá. Herodes le propuso que fueran a adorarlo y que él iría después.

La estrella volvió a aparecer delante de ellos y hubo un momento en que la estrella se detuvo y allí estaba el niño Dios. Le ofrecieron oro, incienso y mirra. Por inspiración divina no volvieron a Jerusalén y volvieron a Oriente por otro camino. Herodes al verse burlado entró en cólera y mandó degollar a todos los niños menores de dos años en los alrededores de Belén.

Antes San José avisado en sueños cogió al niño Dios y a Santa María y emprendieron la huida a Egipto.

Hay dos enseñanzas para nosotros los ciudadanos del siglo XXI:

Primero, que seres monstruos ha habido siempre, Herodes no tuvo reparo para garantizar su realeza de cargarse a cientos de niños inocentes.

El ser humano puede cometer muchos errores y horrores: genocidios horrorosos cometidos por Hitler en nuestra segunda guerra mundial. Las limpiezas de etnia en las guerras en África de los últimos años. La barbarie del estado islámico en Siria nos demuestran que el ser humano es capaz de hacer maravillas pero puede también cometer grandes barbaridades.

Nuestro niño Dios fue un emigrante en tierra extraña, nos tiene que hacer reflexionar que tenemos que ser más sensibles con esos miles de exiliados y hambrientos que nos vienen fundamentalmente de África. Tendremos que hacer un filtro adecuado para perseverar nuestra seguridad, pero no podemos hacer oídos sordos al clamor de estas gentes.

Los Reyes Magos que eran astrónomos nos dan varias enseñanzas claras: primero, que la sabiduría, al buscar la verdad nos lleva a Dios, es falso que la ciencia nos aleja de Dios, cuando más maravilloso sea el conocimiento de nuevos saberes, nos hacen ver que detrás de todo esto tiene que haber un ser inteligente superior que llamamos Dios.

Los Reyes Magos nos dan una gran enseñanza, que para llegar al niño Dios tuvieron que superar muchas dificultades y atravesar desiertos. La vida nunca será feliz si nos quedamos en nuestra vida cómoda y sin lucha, ahora que estamos empezando el año con sus claros y oscuros, imitemos a los Reyes Magos que con su osadía y voluntad consiguieron lo más importante de su vida: encontrar al Niño Dios.

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