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El meollo

Forestales

El meollo de la cuestión está en saber a ciencia cierta cuál es el motivo por el cual la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, cuya implantación fue un clamor y levantó una inmensa polvareda hace un cuarto de siglo, no cubre ahora su oferta académica de plazas disponibles, año tras año, en una Galicia arbórea por los cuatro costados.

El presidente del Consello Social de la Universidad de Vigo, Ernesto Pedrosa, acaba de reconocer en este periódico tan dramática realidad y presenta la supervivencia del centro como un logro meritorio, frente a otras titulaciones drásticamente eliminadas en diversos campus por su escasa solicitud.

Desde una perspectiva histórica, llama la atención el enorme contraste existente entre aquella legendaria Escuela de Capataces Forestales, nacida al calor del CREIEF de Lourizán, y este centro universitario que llegó tarde, mal y arrastro. La demanda para entrar en aquella escuela fue enorme, la formación que ofrecía a sus alumnos resultaba magnífica, y una vez terminados los estudios, todos salían colocados. Casi, casi podían elegir donde trabajar entre dos o tres opciones del ámbito público o privado. Todo lo contrario que ocurre ahora con la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra.

Si la principal causa de su oferta de plazas nunca cubiertas radica en la existencia anterior en Lugo de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería Forestal, que ha perdido este último apellido para ampliar los grados y las titulaciones que ahora oferta, entonces el destino castiga doblemente a Pontevedra por aquella cabezonería de Manuel Fraga como presidente de la Xunta para premiar a su barón, Francisco Cacharro, por razones nunca bien explicadas. Por historia, por trabajo y por preparación, el CREIEF de Lourizán tendría que haber acogido la primera Escuela de Montes fuera de Madrid que se creara en España. Sin embargo, el devenir fue otro bien distinto para nuestro pesar.

La pregunta del millón se plantea sola: ¿valió la pena tanta lucha de muchos pontevedreses, que incluso salieron a la calle para reclamar la titulación usurpada injustamente, a la vista del escaso rédito logrado? Ahí está el meollo de la cuestión.

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