El cambio climático puede parecer una entelequia, o no, pero los desajustes en la naturaleza son tan evidentes que llaman la atención de cualquiera que simplemente se pare a pensar. Puede mirarse para otro lado y admitir incluso que las evidencias son simples sarpullidos aunque las alertas puestas en común quizás tengan un significado que resuleva el enigma.
De un tiempo a esta parte, olvidadas cuestiones tan importantes como las vacas locas, el évola o la gripe aviaria (N1H5), llegan otros fenómenos llamativos que al menos provocan extrañeza, aunque aisladamente puedan parecer anécdotas más o menos importantes.
De menos a más o de más a menos, como se quiera, hablar de la pertinaz falta de lluvias y consecuentemente que ríos, fuentes y embalses empiecen a vaciarse obliga a una reflexión. Que esos mismos cauces se conviertan en lechos en los que se acumulan opacas algas en vez de correr transparentes, también debería preocupar a otros tantos.
O que en las riberas surjan cientos, miles de calas, hierbas de la Pampa, acacias y uña de gato; o que los pescadores del Umia se topen con cangrejos rojos americanos, algo parece indicar.
Si a ello se suma la aparición del "picudo rojo" que se encarga de exterminar el "paisaje mediterráneo-caribeño" de esos palmerales que hace un siglo empezaron a prodigarse por la atlántica Galicia tiene que encender luces.
Y ahora la voraz "velutina", esa avispa asiática gigante que se ha marcado el propósito de canibalear con sus primas gallegas de tan rica miel con la que ya ni los osos del Caurel podrán relamerse.
Como colmo la aparición de ballenas azules, los gigantes de los océanos, a apenas seis millas de la costa arousana además de orcas, caldeirones, delfines y arroaces que encontraron en estas aguas el mejor banco de alimentos y aguas más templadas que hace unos años mientras la marteilia extermina los bancos marisqueros de la rica ría de Arousa.
Comprender todo ello no es fácil pero mucho menos si no se crea un equipo interdisciplinar que pueda valorar estas y otras muchas circunstancias para poner un remedio a la excepcional situació no se convierta en un guion para una película de Martin Scorsese.
