El gobernador civil, Diego Fernández Gómez, anunció el lunes 8 la destitución fulminante del alcalde Bibiano Fernández Osorio-Tafall y su corporación "por falta de colaboración y de asistencia a la autoridad".

A continuación, procedió al nombramiento de una gestora integrada por siete representantes de otras tantas entidades locales. Ramón Segura de la Garmilla, profesor de la Normal de Maestros, resultó elegido como alcalde provisional. Juntos acudieron al Ayuntamiento para asumir sus funciones y al pie del cañón encontraron al regidor depuesto, con el primer teniente de alcalde, Arturo Rey Juncal.

"Llegué a la alcaldía cuando nació la República y ahora la entrego a su muerte". Eso dijo Tafall con cierta solemnidad cuando devolvió las llaves a Fernández Gómez sin oponer resistencia, un comentario que molestó mucho a la primera autoridad.

Al mismo tiempo, Osorio-Tafall también perdió su cargo como director del Instituto y pocos días después Enrique Míguez Tapia ocupó su lugar.