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El meollo

Un PSOE nuevo

El meollo de la cuestión está en calibrar si ese "nuevo tiempo" que acaba de proclamar a bombo y platillo Gonzalo Caballero, tras su victoria incontestable sobre Juan Villoslada en su disputa por la secretaría general del PSdeG-PSOE, tendrá alguna repercusión real y efectiva entre los socialistas pontevedreses y se traducirá más pronto que tarde en algo tangible de cara a su representatividad municipal.

El resultado de la votación en la agrupación local, de 165 votos a su favor por 26 para el otro candidato, demuestra con claridad la posición y el sentir de los socialistas pontevedreses: casi siete están con Caballero por cada uno que prefiere a Villoslada; o sea una aplastante mayoría. Con ese resultado en caliente, el secretario local, Agustín Fernández, ha mostrado su confianza y, sobre todo, su deseo de que Pontevedra gane peso en la futura comisión ejecutiva gallega.

La petición resulta lícita, pero Agustín Fernández debería estar bastante más preocupado por encontrar el camino de obtener una representatividad mayor del PSdeG-PSOE entre la sociedad pontevedresa, su gran asignatura pendiente. Quizá ese logro nunca alcanzado desde hace treinta y cinco años fuera la vía más segura para merecer esa visibilidad interna entre los socialistas gallegos, ahora ostentada en solitario por el diputado Guillermo Meijón.

La complacencia mostrada por Agustín Fernández ante propios y extraños por los resultados del PSdeG-PSOE en los comicios municipales de 2016, tres concejales igual que en 2012, resulta auténticamente escandalosa. De una estrategia política incomprensible, casi suicida, llegó su salida del gobierno y su caída por el precipicio después de haber ejercido durante muchos años como compañero de viaje del BNG desde el acceso de Lores a la alcaldía en 1999.

Con razón o sin ella, la sociedad pontevedresa nunca vislumbró su papel de contrapeso del BNG en el Ayuntamiento de forma muy positiva; de ahí su escasa representatividad, elección tras elección. Esa tarea ingente y no otra debe ocupar a la agrupación pontevedresa a partir de ahora, en ese "nuevo tiempo" anunciado por Gonzalo Caballero, para abandonar algún día su condición de Cenicienta del PSdeG-PSOE ganada a pulso desde 1979.

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