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Don Julio

Quiero centrarme en la reivindicación moral de una persona que no se merece el calvario que está soportado

No quiero en este artículo hacer disquisiciones sobre el hecho de la fusión de las cajas gallegas; ni tampoco sobre las actuaciones de unos y otros políticos, empresarios y, en general, del pueblo llano. Quiero centrarme en la reinvindicacion moral de una persona, una persona que, en mi modesta opinión, no se merece el calvario que está soportando.

Todos en nuestras vidas tenemos luces y tenemos sombras. Hay algo que no podemos evitar y es lo que hemos hecho, bueno o malo, adecuado o inadecuado, procedente o improcedente. Eso no podemos cambiarlo.

En la mayoría de las ocasiones nuestros actos no son trascendentes para mucha gente,solo para un reducido número de personas que habitan en nuestro entorno. El poder, y el ejercicio de ese poder, hace que las actuaciones de las personas que lo desarrollan tengan unas consecuencias trascendentales para la sociedad en la medida de que sus decisiones afectan a muchísimas personas. Y también,y sobre todo, al futuro de personas y pueblos. De ahí que ese ejercicio debe ser prudente, sosegado...Y sus decisiones deben de contar con el suficiente y necesario apoyo de consejeros o asesores que arropen las mismas.

No pretendo hacer una biografía de Julio Fernández Gayoso, entre otras cosas porque no la conozco lo suficiente. Sé que siempre he encontrado en él una persona afable, cordial y comprometida con el desarrollo de de su profesión,de Galicia y Vigo. No conozco, sinceramente sus sombras o sus luces menos brillantes,que como en todo ser humano seguramente hubo.

Entiendo que su apuesta por el Colegio Universitario de Vigo fue un pilar fundamental para la puesta en marcha de la Universidad, así como la posterior creación del centro de negocios por el que pasaron un buen número de actuales dirigentes de las empresas gallegas.

Entiendo que la obra social, el centro cultural, el centro social, la Fundación Laxeiro, la Fundación Camilo José Cela, el Centro Gallego de Arte Comtemporáneo, etcétera, fueron iniciativas acertadas para el desarro cultural de Galicia.

Entiendo que el impulsar la fusión de las cajas de Pontevedra y Orense, así como la adquisición del Banco Gallego, consolidó la posición de una gran caja en el sur de Galicia, lo que le hacía estar presente en los consejos de administrcion de la Ceca, de Lico Leasing como presidente, de Caser, etcétera.

Entiendo que su visión de invertir en sectores estratégicos para Galicia como R Cable o Fenosa supuso mientras duró, colocar a Galicia en el mapa del desarrollo empresarial nacional.

Entiendo que fue crucial su decisión de apoyo a sectores básicos de la empresa gallega como la pesca. Un apoyo que mantuvo en momentos críticos. Y su participación y sostén también en el sector de la conserva. Y su apoyo a la geriatría, al transporte, a empresas de servicio emergentes...

En definitiva, que pienso que su hoja de servicios está colmada y no merece, como decía antes, la situación y olvido actual.

No conozco los entresijos que hubo en su decisión final de aceptar la fusión. Muchos defendimos, con criterios honestos,con argumentos razonables y con total educación, que la fusión no era la solución más adecuada para nuestra comunidad y para la propia Caixanova, pero lo que pasó pasó y ahora vivimos otra época. Tenemos otra entidad financiera boyante y modestamente entiendo que con una gestión eficaz e involucrada en el desarrollo económico y social de Galicia.

Pensemos en el futuro y en el crecimiento de nuestra Galicia que a todos nos une, aunque creo que no debemos olvidarnos de aquellos que mucho aportaron a nuestro actual desarrollo y que, repito, en mi opinión no merecen la situación y el olvido al que la sociedad le ha confinado. Entiendo sinceramente que no es justo,que no es adecuado, que no es procedente y que no se lo merece. Un saludo Don Julio.

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