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tRIBUNA LIBRE

Amor obsesivo como enfermedad

En 1979, la psicóloga Dorothy Tennov, publicó el libro Amor y limerencia: la experiencia de estar enamorado. La limerencia es una forma de enamoramiento, de atracción que siente una persona, y que genera una urgente e imperiosa necesidad de ser atendido y correspondido con la misma intensidad por la otra. Estado mental que se impone y no se puede controlar, invadiendo la consciencia del sujeto e impidiéndole dedicarse a otros temas. Es como el hambre y la sed del corazón, es el amor que se convierte en enfermedad, es amar sin el sentimiento de estar enamorado, son más bien los pensamientos e ideas lo central. Ni siquiera tiene importancia la sexualidad, es el mundo emocional desprovisto del contacto físico e imaginando que la otra persona amará de igual forma, y así en la suposición, ya alimenta todo su ser.

La característica de esta obsesión mental, es que ese tipo de atracción genera una preocupación focalizada de forma extrema en la otra persona. Van siendo sonámbulos de la vida. A veces sufren déficit de atención. Su máximo interés pasa por solucionar todas las necesidades del ser amado, quieren cuidarlo y atenderlo. Es una patología de dependencia. Todo se convierte en una fantasía de magnificación de la persona amada, como alguien más bien irreal, perfectisímo y poseedor del máximo de atracción, ignorando y apartando cualquier defecto o limitación. Por ello es un tipo de enamoramiento de los fantasmas que se han ido configurando en la propia mente. En el proceso de enamoramiento limerente, el otro se convierte en el centro de atención de una manera desesperada, ciega, que golpea constantemente de forma romántica, sin equilibrio ni armonía, puesto que al enamorado no se le va de la cabeza ni de día ni de noche, y le roba la libertad de pensar en los otros asuntos de la vida cotidiana. Por ello a la vez se transforma en un gran sufrimiento y martirio para la persona enamorada, como consecuencia de la frustración que produce el ser consciente de vivenciar un tipo amor fantasmal, y sobre todo no sentirse ni atendido al mismo nivel, ni siquiera reconocido. Todo vive en el interior de alguien, en el silencio que mata, sufriendo la no reciprocidad y sobre todo, las consecuencias de un pensamiento alienado, sometido. En general es como estar "locamente enamorado" en lo profundo de su ser y pudiendo pasar de la alegría a estados más desesperados, después de interpretar y atribuir significados diversos e intencionales a los comportamientos del ser amado. Si interpreta alguna actitud como rechazante, entra en el pánico de no sentirse amado y acaba con ataques de ansiedad, con toda la sintomatología propia de una crisis. En realidad las personas experimentan ese amor, esa limerencia por otro sujeto que lo desconoce, ni se le pasa por su imaginación el encuadre sentimental del enamorado, desbordado hasta esos límites.

Los afectados por esta alteración emocional, pueden ser muy inseguros, sin autoestima, con falta de confianza en sí mismos y que desarrollan gran temor a ser rechazados, por ello tienen dificultades para el acercamiento a la persona amada. Y con su importante timidez que les lleva a la incapacidad de lograr unas relaciones sociales mínimamente satisfactorias. Otro síntoma es el hambre y deseo de descubrir y conocer "todo" sobre el ser amado, sus costumbres, pasiones, actividades, su vida presente y su pasado. Y en el caso de que la persona amada, llegase a darse cuenta de todo lo que significa para la otra, pueden llegar a desarrollar intenso miedo y asfixia, incluso sentirse amenazados.

Sin duda, se caracteriza como un amor de sufrimiento. La limerencia es el amor obsesivo, la persona se siente como predestinada a fundirse con el otro. Sin embargo ese es el amor desesperado e imposible hacia ese alguien tan irreal, que se va transformando en dolor, sufrimiento, llanto y angustia. Es el drama que lleva a la desesperación.

*Psicóloga

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