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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Extinción de las Unitarias

Educación la ha emprendido con O Salnés. En esta semana ha borrado del mapa tres Unitarias, el año pasado otra en Vilagarcía, hace dos en Pontecesures. Ya solo quedan un par de ellas con miedo a la bien afilada espada de Damocles.

Sin duda, la Administración se va a ahorrar unos buenos eurillos pues de un plumazo anula tres profesores que ejercían en Meaño, O Grove y Vilanova. Y lo hace así, en el ecuador del verano, porque las sangrías es mejor hacerlas cuando nadie ve a uno.

Antes ya había hecho una escabechina en otros colegios a los que suprimió profesores de áreas especiales, caso de O Piñeiriño, cuando los inspectores llegaron con la carta de despido a la profesora que menos lo esperaba pero que era combativa, bajo una fórmula que hace años se llamaba purga.

El argumento que esgrime la Administración es válido a nivel contable porque los números no dan. La ratio es de seis alumnos por unitaria para que resulte rentable y ninguno de los tres centros los ha conseguido en la matrícula de junio. El caso de la unitaria de Xil es distinto pues bastaba con liquidar a la profesora (despejar la X) y madre del sexto alumno para la justificación algebraica.

Pero las matemáticas también son interpretables y en Educación lo saben. Se trata de un problema global, tanto por la baja natalidad como por el nuevo éxodo del rural y la supresión de servicios que promueve la propia Administración. En definitiva que no hay ninguna política de asentamientos de población, que los inmigrantes han dedicido retornar a sus pueblos porque allí viven mejor y porque todo se nucleiza en torno a las grandes ciudades

Pero todo puede dar un giro porque el modelo de las unitarias es sinónimo de calidad, aunque los planes educativos hayan creido que la mejor formación deba establecerse por el año de nacimiento y que los libros de texto haya que cambiarlos todos los años a pesar de la economía de los padres.

Seguro que se arrepentirán y que algún dia los alumnos volverán a manejar la Larouse o la Espasa en algún colegio en el que alguien aplicará la brillante idea de reunir a alumnos de diferentes edades en el mismo aula. Y la pagará Educación, al tiempo.

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