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RITOS DE PASO

Las libertarias

Pasaba las páginas de mi moleskine de tapas color violeta -por feminista, no vayan a pensar otra cosa- en la que apunto trazados de ideas, esbozos de artículos y citas. Buscaba algo, no sé qué, cuando saltó un guasap: era mi amiga Isabel, la reina de Cadaqués y casi reina de las señoras francesas, que me mandaba un enlace a un amigo común en Facebok, Julián Casanova, historiador admirable y preciso. Transcribo parte del texto porque pienso que no tiene desperdicio: "-Crear Estados forma parte todavía de las agendas y obsesiones de mucha gente, básicamente de élites que arrastran a movimientos populares para que les legitimen en el control del poder.(?) -No me apetece participar en la ilusión de fundar uno nuevo.

-Tampoco me voy a sumar a las diatribas contra los "extremistas y separatistas" en nombre de la unidad de la Patria.

Ya lo ven, estoy falto de identidad. Me gustaría seguir defendiendo el conocimiento, el respeto por las personas y la ambición por ampliar los estrechos horizontes de la pequeña comunidad de vecinos, familia y amigos en las que cada uno habitamos. Casanova dice más, y ahí están sus libros cargados de datos, evidencias y enseñanzas imprescindibles sobre nuestro pasado. pero Casanova, de nuevo, ha puesto el dedo en la llaga, ¿para qué otro Estado? "El Estado es un inmenso cementerio al que van a enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual", recuerda Casanova que decía Bakunin, pero era anarquista, libertario, y nadie quiere recordarlo. Yo sí, y a los libertarios de fuste, no a esos que se proclaman como tales y se reúnen en el estado de New Hampshire. Hace ochenta años y dos meses, bajaron la cabeza en Barcelona cuando habían estado a punto de hacer la revolución: la película "Libertarias", de Vicente Aranda, lo recuerda, con Victoria Abril, Ariadna Gil y Ana Belén, las libertarias, y Miguel Bosé haciendo del cura que fue secretario de Buenaventura Durruti.

Compartí el enlace de mi amiga Isabel y apunté algunas cosas en la libreta morada. Comprobé con alegría cómo las cosas no pasan de moda, solo se olvidan porque algunos se empeñan en que no las recordemos. De nuevo tan oportuno, aquel verso de Luis Cernuda, "Recuérdalo tú y recuérdalo a otros." Por ejemplo, ¿desde cuándo la izquierda dejó de ser internacionalista y se convirtió en nacionalista? "Arriba parias de la tierra" sigue siendo el primer verso de "La Internacional"

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