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Ceferino de Blas.

La semana de Bouzas

Un día preguntaron a don José Espinosa, tercer cronista oficial de la ciudad de Vigo, qué población era más antigua, si Bouzas o Vigo. Después de una esmerada investigación, contestó con un breve artículo en este periódico, en el que concluye que es Vigo.

Eran tiempos en que se pedía a los cronistas respuestas sobre cuestiones en disputa, muchas de las cuales ya han sido aclaradas porque en las últimas décadas abundan los trabajos de historiadores e investigadores.

La bibliografía sobre la historia de Vigo supera el medio millar de títulos, como documenta el profesor J. Miguel González Fernández, en el estudio "Bibliografía básica sobre la Historia de Vigo", publicado por el Instituto de Estudios Vigueses.

Por ser posterior, no recoge el interesantísimo volumen de Puri Pérez Leirós, "Bouzas olladas salgadas", que no debe perderse ningún vigués interesado en la historia local. Por el contenido, magnífica presentación y documentación, entre la que figura una amplia bibliografía y numerosas citas.

Es un libro que por su enfoque viene a completar el que publicó Lalo Vázquez Gil, penúltimo cronista oficial de Vigo, coincidiendo con el centenario de su fusión con Vigo, "Bouzas. Memoria y recuerdo", que incluye la relación de alcaldes desde el siglo XVI y semblanzas de boucenses ilustres.

El de Pérez Leirós es un texto para leer y consultar, y al que habrá que volver en otras ocasiones. Está escrito con el sentimiento de una boucense de varias generaciones -basta ver sus apellidos, como los Freire, los Villanueva-, el lugar del alcalde Cayetano P. Pérez de Limia y del periodista Isidoro Araujo de Lira, cuya muerte en un duelo agrandó su leyenda, que fundó el mítico "Diario de la Marina", el gran periódico de la Cuba pre-Fidel.

Es una invitación a conocer Bouzas, recorriéndola despacio en dos itinerarios: el exterior, a la vera del mar, y el interior, del casco histórico y el ensanche.

El primero arranca en ese monumento magnífico a la arquitectura fabril, la factoría de conservas de Alfageme, que debe preservarse como símbolo de una de las características indelebles de Vigo: la ciudad industrial. Sigue por el edificio del Mercado, diseño de Jenaro de la Fuente, la pérgola, la fachada marítima.., hasta llegar al Museo del Mar.

Un paseo magnífico para disfrutar, en pleno verano, con las "Olladas" en la mano para saber de cuanto edificio o espacio atractivo aparezca en el camino.

El itinerario interior, por el Bouzas antiguo, no le va a la zaga en interés, con sus edificios de construcción tradicional, las calles seculares, los detalles -blasones, arcadas, balcones, puertas-, la Alameda y una muestra espléndida de arquitectura ecléctica.

Si Vigo es una confederación de aldeas, como definía con humor un entusiasta nativo -dicho sea con el máximo respeto-, y de ahí su singularidad, es sobre todo la integración de tres municipios: Vigo, Bouzas y Lavadores. Todos con personalidad y señas diferenciales, paisajísticas, urbanísticas y sociológicas.

Es el resultado de una fusión inteligente e imprescindible, hasta el punto de que hoy no se concebirían sus 109 kilómetros de superficie disgregados. Fue, y no puede olvidarse, una demostración de generosidad que superó los inevitables localismos que se habrían opuesto a la fusión. Tanto Bouzas, en 1904, como Lavadores, en 1940, se subsumieron en Vigo con una elegante naturalidad.

Pero siguen conservando sus especificidades.

Aunque la ciudad siempre ha mostrado sensibilidad hacia sus parroquias -de ahí los centros sociales y recreativos de que están dotadas-, quizá Lavadores y Bouzas, por su pasado, merezcan un trato especial, que debiera concretarse entre el Ayuntamiento y los que lo fueron en el pasado.

Cuando menos, debieran tener un concejal delegado con especiales facultades, asesorado por un equipo de personalidades locales.

Es una forma de reconocer su historia.

En el caso de Bouzas, sin duda experimentaría un necesario avance la buena labor de recuperación urbanística que se ha emprendido.

Ahora, mejor que en otro momento. Como todo el mundo sabe, la villa ya se prepara para el acontecimiento pirotécnico del año en la ría de Vigo. Un motivo para visitarla despacio a lo largo de esta semana, previa lectura de "Bouzas olladas salgadas", y siguiendo los pasos de sus itinerarios.

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