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Ilustres

Un apunte de la música en la catedral de Ourense en 1924

La música en la catedral de Ourense tiene la fortuna de haber merecido la atención de varios investigadores que de algún modo nos acercan con rigor al rico patrimonio y la intensa historia de la misma. Mi predecesor, el archivero don Emilio Duro dejó escrito, y personalmente me preocupé de su edición que generosamente aceptó Caixa Ourense, una obra de mucho empeño e investigación: La música en la catedral de Ourense, Ourense, 1996. El archivo musical fue catalogado y editado por el musicólogo Javier Garbayo, Catálogo del Archivo de Música de la Catedral de Ourense, IGAEM, Santiago de Compostela, 2004 y sirve por estar digitalizado el Archivo, de frecuente referencia para que otros estudiosos soliciten diversas piezas a la catedral. La música medieval, los fragmentos musicales interesantes que nos permiten recuperar una parcela interesante de la cultura musical antigua, los catalogó y publicó el profesor y actual organista del templo, don Manuel Olleros, La música medieval en Ourense. I Pergaminos musicales del archivo catedralicio. Xunta de Galicia, Ourense, 2002 y algunas partituras de maestros de capilla han sido transcritas por el profesor Rafael Mañez Martorell, A música nas catedrais galegas. A Catedral de Ourense 1. Felipe Prats (1766-1768) - Francisco Nájer (1768-1779) 2. José Quiroga (1780-1816), 3. Manuel Rábago (1816-1819).4 Joaquín Pedrosa (1819-1835) y 5 Pascual Enciso y Arriola (1853-1873). Ourense, 2013 y editadas en cinco volúmenes por la benemérita editorial ourensana Armonía Universal. Además hay ya una buena colección de artículos en revistas especializadas sobre temas relacionados con la música y músicos de la Catedral. Y una publicación que podríamos decir de síntesis debida a Richard Rivera y otros " Itinerarios Histórico-Musicais. Ourense". Ouvirmos, Lugo, 2008.

Esta aportación es diferente y menor pero puede ser interesante bajar a lo concreto de un año en el que con meticulosidad el maestro interino de capilla, don Juan de Dios Hurtado Neila anotó con fines contables los gastos de los músicos en las diversas festividades del año que nos permiten recrear la rica vida musical de la catedral, que como se ha escrito era al mismo tiempo como un pequeño conservatorio donde se formaron tantos importantes músicos. El documento se localiza en la caja 33/8 del Archivo Capitular.

Naturalmente en las festividades es donde se esmeraba la capilla y entonces se estrenaban las piezas que por obligación debían componer anualmente los maestros de capilla. Haremos un recorrido espero que no sea tedioso, por los gastos que al mismo tiempo son como el programa de las intervenciones de la capilla de música en la primera mitad del año 1924.

Festividades

Las festividades que se señalan con intervenciones extraordinarias son las que la propia liturgia clasifica como Solemnidades y Fiestas que en el tramo de año de esta nota se centran en los ciclos de Navidad, Semana Santa y Pascua. Tenían todas Vísperas Vísperas y Misa y también se solemnizaba alguna hora menor, como tercia, sexta o nona. Y algunos santos como San José o la fiesta del Cristo el tres de mayo. Añadido musical esperado eran los villancicos en este caso de la Epifanía, con villancico y Misa que se interpretaban con un triple extraordinario, con gratificación de 2 pesetas.

Músicos y cantores

La plantilla de música hubo que reducirla bastante cuando tras las leyes desamortizadoras, las rentas casi desaparecen, pero aún mantuvo un número suficiente de músicos de instrumento y de voz que podríamos decir de plantilla, contratándose puntualmente otros para apoyar en los momentos más necesarios.

Entre los que se mencionan con nombre está el bajo Montes, el famoso Jaime Montes que con la coral de Ruada tantos éxitos alcanzó. "Por olvido involuntario de la asignación del bajo extraordinario señor montes desde las vísperas de la Purísima 1923 hasta la purificación a razón de tres pesetas cada una 24 pesetas". También se menciona a un tenor el señor Carballo que cobró cuatro pesetas por las vísperas del Corpus el 18 de junio.

El tiple, que es voz vistosa y festiva actuó en la misa de San José, en la misa de la Anunciación. Interpretó el motete O Crux en las Vísperas de la Dominica de Pasión, Pasión y Viernes Santo a 2,5 pesetas. En el Oficio de Tinieblas tuvo participación y cantó un motete ante el monumento. En el domingo de Pascua villancicos y misa.

En la Semana Santa de ese año actuó como bajo extraordinario el señor sochantre, Francisco Pérez Fortes, a quien se pagaron 83 pesetas con 0,25.

En el mes de mayo se solemnizan musicalmente con intervención del tiple y el contralto señor Carballo, el día tres fiesta de Santo Cristo, el 29 la fiesta de Pentecostés con las Vísperas, Misa, Secuencia celebradas con toda solemnidad, Carballo también intervino en las Vísperas de Corpus.

En el mes de junio el tiple intervino en varias fiestas, Santísima Trinidad, Vísperas del Corpus y Corpus aunque se señala que no asistió al villancico ni al motete de la tarde. Durante toda esa semana del Corpus en la Catedral se exponía el santísimo y se celebraba con mucha solemnidad la exposición y la bendición con el Santísimo con intervención extraor dinaria de la Música. En el mes de julio al tiple se le pagan por el canto de la salve por la tarde en dos ocasiones.

Instrumentos de la orquesta

Además del órgano, el verdadero protagonista de la vida musical de la Catedral, por lo que la plaza de organista era obligada y se buscó siempre la desempeñaran prestigiosos profesionales, había una orquesta que daba color a las más solemnes interpretaciones festivas. Aún se conservan en el Archivo de la Catedral algunos de estos instrumentos en desuso, algunos muy valiosos y a ellos se han referido en sendos trabajos los profesores Garbayo y Máñez. Veamos algunas concreciones de su uso en las festividades. En la misa de San José la orquesta contó con dos violines flauta, clarinete, contrabajo y a los músicos se les pagó 3,75 pesetas.

Durante la cuaresma y Semana Santa de ese año, se señala lo siguiente: el saxofón intervino el miércoles de ceniza, los domingos primero, segundo y tercero y de Pasión cobrando tres pesetas en cada una de las misas, en la Pasión del domingo de Ramos y los motetes O Crux los sábados anteriores a Pasión y al Domingo de Ramos.

Hubo dos ensayos de Lamentaciones y Miserere y luego se pagan las actuaciones en las Lamentaciones, música construida en torno a los lamentos de Jeremías que se interpretaba con exclusividad los Jueves, Viernes y Sábado Santos, al caer la tarde con lo cual se adelantaban un día: comenzaban el miércoles, para acabar el viernes. Es el llamado oficio de Tinieblas. Cada oficio consistía en tres vigilias, cada vigilia en tres salmos con responsos y lecturas. El Miserere es un latinismo que significa apiádate o ten compasión y es la palabra con la que comienza el salmo 50, en la traducción latina por lo que ha pasado a denominar todo el salmo y por metonimia toda la música en la que se canta el salmo del oficio de tinieblas, para la que han compuesto todos los grandes compositores melodías y también diversos maestros de capilla de la catedral. Se cantaba el triduo pascual de modo solemnisimo y tambien la antífona "Cristus Factus" el Jueves y Viernes Santo, también con música extraordinarias de grandes compositores

El día de Pascua la orquesta se reforzó y actuaron tres violines, dos clarinetes, flauta, saxofón y contrabajo a 5,50 pesetas cada uno.

La orquesta el 29 de mayo, día de la Ascensión, en la hora nona actuó con seis violines, dos clarinetes, flauta, violoncello, contrabajo, saxofón y trompa, a 4, 50 y a 3 pesetas sólo la trompa. Se anota que al copista de la banda militar por dos particelas de violín y una de flauta se le pagaron 4,40.

En el mes de junio, el día siete y el día ocho, Pentecostés, actuó también la orquesta en Vísperas cuatro violines, flauta, clarinete y saxofón. A la Misa cuatro violines, dos clarinetes, flauta, saxofón y contrabajo.

Como se ve, a través de esta sencilla mirada había una clara jerarquía en las celebraciones festivas y litúrgicas que subrayaba de modo elocuente la mayor o menor presencia de la Capilla y Orquesta.

En una sociedad que contaba con menos distracciones y era sin duda más devota, la vida devocional y musical de la Catedral formaba parte de los atractivos y de los disfrutes, no cabe duda que ello suscitó vocaciones musicales e hizo de Ourense una ciudad de honda tradición musical que tomará diversos caminos de expresión, tradición que felizmente sigue viva.

(*)Director del Archivo de la Catedral y delegado de Patrimonio de la diócesis.

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