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análisis

Intervención en el mercado

Sobre la decisión de la CNMV de prohibir las posicions cortas en Liberbank

Al prohibir durante un mes las posiciones cortas contra Liberbank, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio ayer un paso que no es frecuente en la Bolsa (el último antecedente en España data de 2011) y que resulta de una regulación de ámbito europeo. El artículo 20 del Reglamento 236/2012 de la UE invocado ayer por la CNMV para cortar el paso a los "bajistas" en el séptimo banco cotizado español establece que la autoridad bursátil puede prohibir o limitar las ventas en corto cuando "se hayan producido hechos o circunstancias adversos que constituyan una seria amenaza para la estabilidad financiera o la confianza del mercado en el Estado miembro en cuestión o en otro u otros Estados miembros".

El regulador interviene en primer lugar para corregir un fallo del mercado: el hecho de que el banco de raíz asturiana estuviera sometido a un severísimo castigo en Bolsa y a una extraordinaria volatilidad en un contexto en el que no hay informaciones o datos negativos sobre la entidad, actuales o por comunicar, que lo justifiquen. Pero de la literalidad del citado artículo se puede inferir que la decisión de ayer va más allá de ser un paraguas de protección para Liberbank. Reconocida "la muy probable" relación de la evolución negativa de Liberbank con la intervención y venta exprés del Banco Popular, la acción del regulador viene a corroborar que el Mecanismo Único de Resolución (MUR) de crisis bancarias que Europa acaba de estrenar en España con el banco madrileño lleva dentro un virus capaz de generar inestabilidad financiera. Manuel Conthe, presidente de la CNMV hasta 2007, lo ha explicado así en estos días convulsos: "La posibilidad de que el MUR se active cuando una entidad afronta un mero problema de liquidez (incluso aunque esté bien capitalizada) y que esa resolución pueda concluir en una pérdida patrimonial para sus accionistas, acreedores o incluso depositantes facilita probablemente los pánicos bancarios y las oleadas especulativas contra la entidad en apuros".

Eso le ocurrió al Popular y luego el nerviosismo y las oleadas especulativas se contagiaron a Liberbank, más vulnerable que otros a los ataques bajistas por su tamaño y "estrechez" del valor (apenas el 30% del capital fluctúa en el mercado). Y en las casas de análisis ya comenzaba a hablarse este fin de semana de que, además de Liberbank, podría haber otros bancos en el punto de mira de los fondos de alto riesgo y de otros escualos del mercado. La decisión de la CNMV tiene en ese sentido como poco dos lecturas. Una referida a Liberbank: no existe causa interna que justifique las posiciones cortas más que la pura especulación. Otra es un mensaje de alcance a los "bajistas": repliéguense, porque el regulador está dispuesto a actuar contra los excesos.

Queda la duda sobre si esa misma autoridad debió intervenir también cuando el Popular se hundía en Bolsa. Puede alegarse que en ese caso sí había razones objetivas que justificaban las posiciones cortas, pero eso no va a aliviar a tantos accionistas que se han arruinado.

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