El Centro de Estudios sobre el Patrimonio Histórico Ambrosio de Morales, de ámbito estatal, también combatió con mucha dureza la remodelación de Las Palmeras, que calificó de "vandálica, ilegal y clandestina".
Los miembros más activos de aquella institución fueron Santiago Amón y José Luís Souto, que antes coincidieron en Adelpha (Asociación para la Defensa Ecológica y del Patrimonio Histórico-Artístico). Nacido en Pontevedra en 1942 y fallecido el pasado año 2016, Souto Alonso, catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense y secretario general de Ambrosio de Morales, ha sido la última personalidad que donó todos sus fondos, archivo y biblioteca, al Museo Provincial, según trascendió hace pocas semanas.
Al conocerse el alcance de la reforma de Las Palmeras, puso en solfa Ambrosio de Morales la reiterada inhibición de la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico-Artístico y de la Consellería de Educación y Cultura que capitaneaba Víctor Vázquez Portomeñe. Ambos organismos adujeron vacíos legales y lagunas normativas para justificar su deplorable postura.
Particularmente clarificador resultó un escrito firmado el 17 de mayo de 1985 por el propio Souto Alonso, donde resaltaba la plena vigencia de la Ley del Patrimonio Histórico Artístico, y defendía su aplicación inmediata para "garantizar la prosecución del expediente de ampliación del conjunto histórico-artístico de la ciudad de Pontevedra". Todos sus esfuerzos también resultaron baldíos.
