Otra vez nos golpean en lo financiero. Otra vez nos sacude una noticia inesperada y negativa. De nuevo, con el Banco Pastor de protagonista.

Primero lo compraron, los servicios centrales se fueron a Madrid y nuestro Banco Pastor se quedó diluido en el Banco Popular. Perdimos empleo en el sector financiero y un agente financiador clave.

Ahora, se arruina la capitalización de una de las principales fundaciones gallegas, volverá a haber una reducción de empleo y aumenta el riesgo de exclusión financiera por cierre de sucursales en los espacios económicos menos dinámicos. Además, se reduce la oferta de entidades operativas en Galicia, porque la marca Banco Popular (Banco Pastor) va a desaparecer.

En lo positivo, es verdad que es una entidad muy potente y que debería darle estabilidad y calidad de servicio al mapa financiero gallego. Ojalá que, además, el Santander apueste por Galicia en correspondencia a su enorme cuota de mercado: junto a Abanca supondrán claramente más de la mitad de las magnitudes bancarias básicas. Y que eso se note en implicación social y una cierta autonomía en la toma de decisiones

*Director del Foro Económico de Galicia