Lo sucedido con el Banco Popular era previsible. La tendencia bajista del valor de la entidad durante la semana pasada, que incluso llevóal Gobierno de España a pedir calma y tranquilidad por este nuevo episodio de crisis bancaria, ha dado la puntilla a una entidad que venía lastrando problemas desde hace muchos años. De nuevo, una excesiva dependencia del ladrillo y una mala política de inversiones parecen ser las principales causas de esta pérdida de valor de una entidad ya integrada en el Banco Santander, que se convierte en el nuevo gigante del sistema bancario español.

El Banco Santander ya venía señalando su interés en comprar el Banco Popular, en ningún momento oculto este deseo. Cierto es que había otros candidatos, como el Banco Sabadell o incluso Bankia, pero al final todas las quinielas se han cumplido y ha sido la entidad mejor posicionada en el sistema bancario español quién ha optado por la compra de un banco que algunos analistas llegaban a valorar negativamente por 8.000 millones de euros. Solo de esta forma se puede explicar que el precio de venta del banco haya sido por un simbólico euro.No es de extrañar, si los cálculos anteriores son correctos, que el Banco Santander se haya apresurado por comunicar que la compra del Popular se va a realizar gracias a una ampliación de 7.000 millones de euros. Sin duda, lo que urge de inmediato es una auditoria que valore correctamente esta entidad para conocer el esfuerzo que va a tener que soportar el Banco Santander para conseguir integrar correctamente al Popular. Los damnificados de esta operación, sin duda, los accionistas del Banco Popular que ven perdida su inversión.

Esta operación tendrá una importante repercusión en Galicia, ya que el Banco Popular tiene una gran presencia en nuestra Comunidad Autónoma. Era la segunda entidad con mayor volumen de negocio, con una cuota de mercado del 20% y con una cartera de clientes cercana a los 800.000.Sin duda, la compra hace años del Banco Pastor por el Banco Popular es lo que explica el amplio desarrollo de su red de oficinas, empleados, depósitos y clientes en el noroeste de España. Lo que también es evidente es que habrá un antes y un después en el sistema bancario español tras la nueva adquisición del Banco Santander.

*Profesor Titular de Economía Aplicada. Grupo GEN de investigación-Universidad de Vigo