El Concello de Pontevedra ha organizado una misión comercial a México, pero resulta que ha puesto fecha, la ha anunciado a bombo y platillo y, hete aquí, que se le ha olvidado informar a los empresarios de esta ciudad. Ante semejante despiste entidades de la importancia de la Cámara de Comercio, la Asociación de Empresarios de la Mediana y Pequeña Empresa (Aempe) y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), han puesto el grito en el cielo y con razón.
El gobierno de Lores que en los últimos años ha sido muy dado a organizar viajes al extranjero para recoger premios al modelo urbano, esta vez y con buen tino decidió enviar a México la primera delegación empresarial al exterior. En teoría, a mediados de agosto representantes políticos y empresarios pontevedreses deberán participar en un seminario sobre transformaciones urbanas y asistir a la feria Expopymes, un evento que busca crear alianzas comerciales y analizar oportunidades de negocio,
La iniciativa parece acertada, pues al menos, y ya iba siendo hora, se plantea una expedición con el ánimo de que tenga repercusión en la economía local, y no al revés como hasta ahora donde el dinero de las distintas comitivas de Lores, a Bruselas, Nueva York, Hong-Kong, Pekín, París... salían de las arcas municipales, y por un buen pellizco, por cierto.
Lo malo es que organizar un viaje empresarial sin informar a la patronal resulta un poco chocante y ha dado pie a que los partidos de la oposición, los propios afectados y los vecinos de la capital se pregunten quiénes iban a ser los integrantes que formarían parte de esta expedición al otro lado del Océano. Todo una incógnita, porque tras la tormenta ha llegado la calma y unos y otros se han sentado y han acordado colaborar en el buen fin de esta misión.
El organizador de viajes del Concello y la concejala Anabel Gulías se han superado, porque hacerlo todo tan al revés, es realmente difícil. Menos mal que la patronal ha tomado las riendas del asunto y ahora ya parece que va en serio. Porque por el camino que iba Gulías más parecía una película cómica propia del mejor Cantinflas.
