Ayer se celebró en Marín el Día de las Fuerzas Armadas, una jornada que en nuestro ayuntamiento tiene una significación especial porque desde hace 74 años se encuentra ubicada en él la Escuela Naval Militar y desde mucho antes el Polígono de Tiro Janer con lo que Marín y la Armada, en este caso, tienen mucho en común desde antes de que, seguramente, cualquier marinense hubiera nacido. La Avenida de Orense se llenó de público que aplaudió el paso de los jóvenes que formaban los pocos batallones que pudieron participar ya que el grueso de los alumnos se fue para poner su marcialidad en Guadalajara con el resto de los representantes de la Milicia Española. Emotividad especial en el homenaje que en este tipo de actos se rinde a aquellos que dieron su vida por España y con el canto del himno de la Armada y muchos recordamos cuando, en nuestra niñez, presenciábamos en el Día de Corpus el desfile que, los alumnos y la cuantiosa marinería que por entonces poblaba la Escuela, realizaban desde la calle Carballíño una vez finalizada la procesión en la que participaban a modo de escolta desde primeras horas de la mañana. Uno sabe que hay personas que no les gustan ni los actos ni los desfiles militares pero también que a otros muchos, sí. Es que los dichos populares como el de "para gustos se pintan colores", son un acierto.
