El Partido Popular tiene marcado a fuego arrebatar la Alcaldía de Pontevedra a Lores tras dos décadas de poder nacionalista. El pasado viernes se lo dejó claro el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, a los dirigentes locales de su partido en una visita a esta ciudad.
Sus palabras fueron concluyentes: "Pontevedra es muy importante para el PP porque es la ciudad de nuestro presidente Rajoy". Más claro no lo pudo decir. Hizo estas declaraciones, mientras sus compañeros de partido, encabezados por Jacobo Moreira, le mostraban el casco histórico, una zona peatonal llena de terrazas y vida. Queda por saber si le explicaron la evolución de esta zona monumental y del centro urbano con la que pareció disfrutar el diputado popular. Con esa explicación lograría entender la razón por la cual gobierna Lores.
Una ciudad peatonal, sin coches y con los niños jugando en plazas y calles es lo que Casado se lleva en la retina. Quizá por eso sus críticas se centraron en el turismo y la industria, como factores claves para el desarrollo de la capital de la provincia. Supo bien donde apuntar, porque esta pequeña y hermosa ciudad, padece una preocupante tasa de paro debido a su escaso tejido industrial.
Jacobo Moreira tuvo que escuchar por segunda vez en apenas unas semanas como dirigentes de su partido, como es el caso de Pablo Casado y del secretario general del PPdG, Miguel Tellado evitaban pronunciarse sobre el candidato del PP a las municipales.
Tras veinte años de Lores y del BNG al frente de la Alcaldía, el PP necesita un gran candidato para hacer frente al líder nacionalista y a su modelo de ciudad.
Algo tendrá que cambiar en este partido capaz de arrasar en las elecciones municipales en los pueblos de la provincia y fracasar estrepitosamente en las grandes ciudades como Pontevedra o Vigo, elección tras elección.
En los últimos comicios el varapalo en la ciudad del Lérez fue tremendo, y debe resultar duro para la cúpula del partido conservador comprobar que muchos de sus militantes y simpatizantes depositan en la urna la papeleta del BNG.
La pregunta es si tiene el PP un candidato capaz de hacer frente a Lores, que ya comenzó a batallar por su última victoria. Los corrillos políticos apuntan hacia Alfonso Rueda como candidato del PP, pero el vicepresidente de la Xunta medita que si Feijóo pone fin a su etapa al frente del Gobierno autonómico, tendría más fácil ser presidente de la Xunta que alcalde de Pontevedra.
Y por eso, la ciudad de Rajoy es la cruz que lleva a cuestas el PP y cada día que pasa y se acercan las municipales, les va pesando más y más..., y nadie se quiere crucificar.
