Y hablando de problemas de tráfico merecen una referencia lo ocurrido esta semana con unas obras sorpresa para mejorar el firme de algunos cruces de calles y también colocar lombos como el ubicado en la calle Concepción Arenal. El follón que se armó precisamente en esta calle fue de época porque llegaron los operarios con la maquinaria precisa y, sin avisar a nadie, se pusieron a la labor lo que implicó ocupar la rúa. El atasco fue monumental y hasta tuvieron que desviar los autobuses por la Calle Estrada en sentido prohibido lo cual provocó que uno de estos largos vehículos tuviera dificultad para tomar la curva y aumentara aún más el problema. Los talleres que se encuentran en la zona estaban que echaban humo y no por que hubiese un incendio sino porque, lo inesperado de las obras, provocó que no se pudiera atender debidamente a los clientes, lo que hubiese sido sencillo con un aviso previo de la incidencia. Y resultó que la Policía Local dijo no saber tampoco nada de lo que estaba pasando lo cual es incomprensible porque, es de suponer que, cuando una obra va a incidir de tal modo en el tráfico del casco urbano, lo menos es que se avise al ayuntamiento si es que la obra viene de otra administración y que, en el ayuntamiento, se disponga el operativo necesario para que no ocurran estas cosas. Muy mal por esta vez sea quien sea al responsable.
